El guardián de Montjuic
| Autor | Jorge Jair Meléndez |
Señor Futbol / Enviado
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El pebetero Olímpico que ardió de manera esplendorosa en las Olimpidadas de 1992 corona la cabecera norte del Estadio y se conserva, once años después, intacta.
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En el portal principal se yergue un reloj y una heráldica con la cruz de Saint Jordi y la bandera de Catalunya.
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En la Plaza Ponsati en la lateral oeste del coloso hay acceso para el paseo de Minici Natal que nos lleva al Palau Saint Jordi, donde se desarrollan competencias de basquetbol, volibol, entre otras.
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La arquitectura de la Plaza le da un realce a cada rincón que rodea a la gigantesca explanada.
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Hasta una antena de teléfono resultó un buen pretexto para que el diseño catalán se expresara, adornando de manera significativa el paisaje del cerro catalán.
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Siempre abierto al público el Estadio Olímpico ofrece una vista espectacular de su tribuna y su cancha.
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Una placa en memoria de Nemesi Ponsati ocupa un sitio en la explanada oeste del Estadio, frente al Palau Saint Jordi.
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A diferencia de las tres grandes tiendas del FC Barcelona en el Camp Nou, la Estación Saints y el Maremágnum, el Espanyol apenas cuenta con una pequeña tienda a un costado del Estadio Olímpico, en donde se encuentran artículos de los Periquitos. En el Corte Inglés de la Plaza de Catalunya hay un espacio también con souvenirs del club blaquiazul de Barcelona.
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La taquilla 6, esperando el próximo partido.
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Varias tiendas de souvenirs reciben al visitante con la curiosidad de que están repletas de postales y bufandas del enemigo, el FC Barcelona.
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La tribuna pricipal muestra la modernidad que hay dentro de una construcción plagada de detalles clásicos, un palco especial para la televisión y asientos de primer mundo dominan el paisaje.
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En el interior del Estadio se encuentra esta placa en homenaje a Lluis Comapnys, presidente de la Generalitat de Catalunya y del comité Organizador de la Olimpiada Popular de 1936 y en cuyo honor se rebautizó el Estadio Olímpico en 1989.
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Una cafetería sorprende al...
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