Arturo Ponce Guadian, Ibn Jaldun: la tradicion aristotelica en la "Ciencia nueva".

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Arturo Ponce Guadian, Ibn Jaldun: la tradición aristotélica en la "Ciencia nueva", El Colegio de México, México, 2011, 182 pp.

Ibn Jaldun (Túnez, 1332-El Cairo, 1406) es uno de los pensadores más representativos de la tradición islámica y, al mismo tiempo, un personaje desatendido lo mismo entre los historiadores de la filosofía que entre los especialistas en filosofía islámica. Su obra magna, al-Muqaddimah, traducida al castellano desde 1977 bajo el título Introducción a la historia universal (trad. Elias Trabulse, Fondo de Cultura Económica, México), ha sido tratada como un documento de interés histórico y sociológico, y los aspectos filosóficos que hay en ella prácticamente se han ignorado. Ibn Jaldün: la tradición aristotélica en la "Ciencia nueva" es una contribución meritoria que se esfuerza por recuperar los elementos estrictamente filosóficos que subyacen tras la filosofía de la historia de Ibn Jaldun. Además, ofrece un panorama histórico de gran utilidad para quienes no están familiarizados con el proceso de recepción de la filosofía griega en el entorno islámico ni con los debates teológicos y filosóficos que se suscitaron en ese mismo contexto.

Si algo llama la atención en Ibn Jaldun es, como lo subraya Ponce Guadian, el modo en que concibe la racionalidad del acontecer histórico (p. 13). En efecto, tal parece que Ibn Jaldun planteó de manera precoz algo parecido -aunque, como veremos, ciertamente distinto--a lo que filósofos como Vico y Hegel sostendrían siglos después, a saber, la necesidad de una ciencia independiente con un método propio cuyo objeto de estudio fueran las causas del acontecer histórico y no los acontecimientos particulares del pasado. En este sentido, Ibn Jaldun inaugura una "ciencia nueva" cuyos "aspectos nodales", según Ponce, son los siguientes: i) el deslinde entre dos facetas de la historia: una exterior (la narración de hechos pasados) y una interior (las causas que explican el modo en que se suscita el acontecer histórico); ii) la distinción entre los métodos utilizados en cada una de esas facetas (una utiliza un verdadero método de investigación racional y la otra se reduce a un método imitativo); iii) la distinción, además, entre dos actitudes frente al hecho histórico, una crítica destinada a determinar desde el juicio propio la veracidad de los datos históricos y otra más bien acrítica que únicamente recopila y transmite información, y iv) la integración y articulación de distintos elementos conceptuales que, como veremos, darán lugar a una ciencia nueva (p. 14). Según Ponce--y ésta es la hipótesis central de su libro-, los elementos que condujeron a Ibn Jaldun a la fundación de esta ciencia nueva se fundamentan primordialmente en la tradición aristotélica (p. 14). Esta aseveración es, a primera vista, bastante obvia. El lector infiere de inmediato que, dado el consabido impacto de la filosofía aristotélica en el contexto islámico, es lógico creer que Ibn Jaldun es parte, como Avempace o Averroes, de la tradición grecoislámica y, por lo tanto, evidentemente incorporó elementos aristotélicos a su propio pensamiento. No obstante, lo complejo es descifrar el modo en que el aristotelismo influye en un pensador que, a diferencia de Avempace y Averroes, se vale de un conjunto de presupuestos aristotélicos (y otros pseudoaristotélicos) con la finalidad de dar lugar a una ciencia o disciplina filosófica que no existe ni en Aristóteles, ni en Avempace, ni en Averroes, a saber, la filosofía de la historia vinculada con la comprensión de la sociedad, el Estado y la civilización. Por ello, el objetivo primordial de este libro es detectar y determinar el papel que tiene la filosofía aristotélica--y yo agregaría que filtrada por algunos de sus intérpretes islámicos--en la fundamentación de la "ciencia nueva" de Ibn Jaldun y, al mismo tiempo, mostrar los presupuestos filosóficos de los que surge la crítica historiográfica musulmana.

El libro está compuesto por seis capítulos. Los tres primeros son históricocontextuales, en el cuarto se exponen de modo panorámico los aspectos principales del pensamiento de Ibn Jaldun, en el quinto se habla de su concepción de la filosofía de la historia y, finalmente, el sexto se ocupa de las contribuciones de la "ciencia nueva" y su vinculación con la sociedad, el Estado y el desarrolio de la civilización. En lo que sigue hablaré a grandes rasgos del contenido de los tres primeros capítulos y posteriormente discutiré algunos planteamientos que aparecen en los capítulos cuarto, quinto y sexto y que, a mi juicio, son relevantes para debatir sobre el modo en que la filosofía aristotélica contribuyó al surgimiento y desarrollo de la filosofía de la historia en un contexto musulmán.

El capítulo primero está dedicado a la formación intelectual y la iniciación política de Ibn Jaldun. Su bagaje tanto cultural como político, filosófico y religioso es indispensable, como bien lo hace notar Ponce, para comprender a fondo el enfoque de la Muqaddimah. Como es habitual entre los pensadores islámicos, la formación de Ibn Jaldun es sorprendente: estudió lectura del Corán, ciencia de las tradiciones o hadices, ciencia jurídica de la escuela mãlikí, teología (kalam), mística, exégesis...

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