Guadalupe Loaeza / Viaje por el Titanic

AutorGuadalupe Loaeza

El gran escritor de novelas náuticas Joseph Conrad -inglés de origen polaco-, quien tendría alguna opinión sobre el hundimiento del Titanic como crítico de todos aquellos que intervinieron en la tragedia dijo: "...en vista de las muchas víctimas que se quedaron agonizando en el mar, cuyas vidas fueron miserablemente desperdiciadas por nada, o por algo peor que nada: por una errónea búsqueda del éxito, para satisfacer la vulgar demanda de unos pocos adinerados de un banal hotel de lujo -única cosa de la que entienden- y porque un gran buque siempre resulta rentable de un modo u otro; en metálico o por su valor publicitario" (El Titanic).

Por cierto, en medio del cúmulo de sobres y de paquetes que transportaba el Titanic se hallaba el manuscrito de un relato de Joseph Conrad titulado Karain: un recuerdo. El autor deseaba enviarlo a Nueva York. Es la historia de un hombre que, de manera impulsiva, traiciona un código de honor y continúa viviendo bajo el peso de una culpa intolerable (Frances Wilson).

Yo nunca he viajado en un crucero en mi vida, sin embargo, desde hace varios meses he pasado la mayor parte del tiempo viajando en un enorme y lujoso trasatlántico, el Titanic. Lo he hecho tanto en Primera Clase, gracias a mi protagonista del libro El caballero del Titanic, el único mexicano que viajaba en el buque, Manuel R. Uruchurtu. Pero también he pasado días interesantísimos en la Segunda Clase, acompañada por el otro personaje fundamental del libro, Elizabeth Ramell Nye, a quien Uruchurtu, ante sus súplicas, le cediera su lugar en el bote salvavidas 11. El próximo 14 de abril se cumplirán 100 años de este gesto tan caballeroso.

Para el proceso de la escritura, he tenido que leer muchos libros respecto de todo lo sucedido alrededor del Titanic. Entre todos, hay uno que me enriqueció sobremanera y cuyos fragmentos comparto con ustedes. El libro se llama: How to Survive the Titanic or The Sinking of J. Bruce Ismay, por Frances Wilson. En esta obra, la autora habla particularmente del juicio por parte del Senado de Estados Unidos e Inglaterra que se le hizo a Ismay, a raíz del hundimiento del barco, como director general y presidente de la compañía White Star Line, la naviera propietaria del Titanic.

"La primera película sobre el Titanic se llamó Saved from the Titanic, cuyo estreno fue cuatro semanas después del siniestro, en mayo de 1912. Dorothy Gibson, de 22 años, estrella del cine mudo y sobreviviente, se interpretó a sí misma, usando el...

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