Guadalupe Loaeza / Tic tac, tic tac...

AutorGuadalupe Loaeza

Dentro de unas horas, es decir a las 12 en punto de la noche, se habrá terminado el año. Por cierto, un año terrible no nada más para ti, sino para millones de mexicanos; un año de incertidumbres, de desesperanzas, pero sobre todo, un año de un profundo desencanto. De hecho, en tu fuero interno, sientes como un vacío, como si tuvieras un hueco en el estómago. ¿No lo tendrás también en el alma? Tic tac, tic tac..., hace el reloj, el tuyo y el de la Catedral. ¿Sabes ya cuáles serán tus deseos? Por más escéptico que te encuentres no puedes dejar de pedir tus 12 deseos. A lo mejor, esta vez, se cumplirá aunque sea uno de ellos. Tic tac, hace el reloj, y el tiempo sigue pasando. Como dice la filósofa española María Zambrano: "'Todo se pasa' sería el gran consuelo quietista si nosotros no pasáramos igualmente, si con el tiempo que pasa no pasara también nuestra propia vida. Agarrándonos a la verdad, a la verdad nuestra, asociándonos a su descubrimiento por haberla acogido en nuestro interior, por haber conformado nuestra vida a ella, arraigándola en nuestro ser, sentimos que nuestro tiempo no pasa, que no pasa, al menos, en balde". Piensa que lo importante no es aferrarse al tiempo, sino a la verdad. Piensa en eso. Sin embargo, el reloj sigue con su implacable tic tac. Aunque no quieras las manecillas siguen caminando...

Mejor hablemos de tus deseos. Recuerda, son 12, uno por campanada, uno por segundo. Si logras reunir la docena, cuando pienses en ellos, procura no hacerte bolas. Piensa por orden de prioridades. Por favor no vayas a hacer lo que hiciste el año pasado, pediste el mismo 12 veces, con la seguridad de que esta vez sí se te cumpliría. Y ya ves, no se te cumplió. Hay que ser realistas y pedir cosas posibles; nada de: "deseo ganarme la lotería" o bien "quiero que me aumenten mi salario para cambiar de coche". ¿Por qué en esta ocasión no pides cosas que tengan que ver con los sentimientos, los valores, con tus relaciones familiares, o con tu paz interna? Podrías, asimismo, pedir por los demás, como por ejemplo, por esa hermana que está tan sola y que se hace la vida tan difícil, o por tu hijo, el mayor, que cada vez está más distante e introvertido? ¿Por qué no pides un corazón más grande para querer aún más a los tuyos, pedir que este año puedas manifestarles más muestras de cariño, sin miedos ni resentimientos?

¿Y tus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR