Guadalupe Loaeza / Macron

AutorGuadalupe Loaeza

El 22 de abril seguramente me despertaré más temprano que de costumbre. Buscaré mi pasaporte francés de tapas color guinda e iré a votar al Liceo Franco Mexicano. Como se sabe, la elección en Francia se decidirá en dos vueltas, ese día y la segunda, el 6 de mayo, fecha en que se elegirá el próximo Presidente de la V República.

Confieso que desde que empezó la campaña me inclinaba por François Fillon, candidato de la derecha. No obstante me parecía muy conservador, lo encontraba, entre los demás candidatos, el más sólido, con mayor experiencia (había sido Primer Ministro de Nicolas Sarkozy) y el único que proponía reformas estructurales, como por ejemplo reducir el gasto público, el cual ha alcanzado el 58 por ciento del PIB, lo cual está arruinando a Francia, además del desempleo.

Me gustaba su voz, su físico, sus modales, sus discursos y el hecho que a la primera oportunidad se refiriera invariablemente a personajes como Proust, Molière y Debussy.

Después vinieron los escándalos, los sueldos postizos de su esposa e hijos como asesores parlamentarios, el regalo de los trajes a 7 mil euros cada uno, el tráfico de influencias y malversación de fondos. En los últimos meses no había día en la prensa internacional en que no se descubriera un escándalo más acerca del candidato republicano. El aura de François Fillon empezó a desmoronarse frente a mis ojos de más en más.

El martes, día del debate de los 11 candidatos a la Presidencia, el que se veía más apagado y opacado era precisamente Fillon, a quien no dejaban de atacar y de recordarle sus turbiedades y mentiras.

El que sin duda consolidó su liderazgo después del último debate electoral fue el candidato independiente, Emmanuel Macron.

Según un sondeo sobre intención de voto realizado por Elabe para BFMTV, fue el favorito de los franceses. A mí también me gustó el ex ministro de Economía de Hollande, quien insiste en decir que no es "ni de izquierda ni de derecha; pero tampoco de derecha ni de izquierda".

Seguramente es su falta de definición ideológica lo que lo ha llevado a cautivar a diferentes extractos sociales de Francia.

De lo que sí está más que convencido es de una Europa Unida. Por ello, durante su campaña fue a ver a la señora Merkel para ofrecerle, si el voto lo favorecería, todo su apoyo.

Macron cree en la negociación de un acuerdo transversal entre Europa y China. Cree en los derechos de los trabajadores y en la armonización social europea (salud, desempleo y salario mínimo).

Como...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR