Guadalupe Loaeza / Karime

AutorGuadalupe Loaeza

"Qué tan sabia ha de ser la frase cherchez la femme (¡busque a la mujer!) que su autor, Alejandro Dumas padre, la utilizó en dos de sus obras; en Los Mohicanos de París: 'hay una mujer en todos los líos; en el momento en que me entregan un reporte, digo: Cherchez la femme'. En la novela: El Conde de Montecristo la frase completa dice: 'Ya conoce usted su máxima, cuando quiera descubrir cualquier secreto: cherchez la femme, en este caso la mujer no es difícil de encontrar'. Por lo general esta frase siempre es usada cuando un hombre se comporta de una manera extraña y no resulta muy clara la causa de su conducta. Busque a la mujer expresa perfectamente la idea que detrás de un asunto cuestionable siempre hay una mujer, lo que no quiere decir que la mujer sea necesariamente la causa del problema, sino que es el hombre el que tiene un comportamiento errático o fuera de lugar cuyo principal objetivo es impresionar a una mujer o ganar su favor".

Lo anterior lo escribí, en este mismo espacio, el 5 de marzo de 2009 respecto a muchas turbiedades de los políticos relacionadas con sus esposas. Allí está el escándalo de madame Fillon, mujer del candidato de la derecha a la Presidencia de Francia implicada por recibir sueldos como asistente de su marido (lo cual no es ilegal), trabajo que prácticamente, según el diario satírico Le canard enchainé, no realizó durante años no obstante cobraba religiosamente su cheque. Ahora Fillon, quien había ganado 4 millones de votos en las primarias, poniéndolo en primer lugar de las encuestas, está a punto de perder la candidatura.

Para entender y seguir aún más de cerca el terrible caso de corrupción de Javier Duarte, ex Gobernador de Veracruz, cherchez la femme ha sido la fórmula perfecta. Nada como los documentos y diarios de Karime Macías de Duarte para seguir la pista de este par de ladrones, cómplices, socios y ahora prófugos de la ley. No hay duda que la personalidad de ambos raya en lo patológico. Mientras gobernaba Duarte, la ex "First Lady", como la llamaba su marido, pasaba ante los ojos de la sociedad veracruzana como una Primera Dama impecable, una madre amorosa y una esposa solidaria y particularmente discreta. Edgar Ávila, corresponsal de El Universal, en su artículo titulado "Las dos caras de la ex primera dama de Veracruz", dice: "Empezó siendo generosa, comprensiva, tolerante y sensible, pero conforme avanzaba...

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