Guadalupe Loaeza / La insumisa

AutorGuadalupe Loaeza

A Pablo.

Como bien dice Bruno Jeudy, colaborador del periódico Le Monde, "Esta vez nadie podrá cambiar su decisión. Ni el presidente de la República. Cécilia, la insumisa, se inclinó por la ruptura". En efecto, la primera dama de Francia fue la primera en decirle a su marido: "ya basta". La primera en dejarlo junto con el poder. La primera en renunciar a todos los privilegios del Élysée. Y la primera en confesar que está enamorada de alguien más. El 12 de noviembre Cécilia festejará sus 50 años totalmente liberada de todo el protocolo y todos los compromisos que tiene toda esposa del presidente de la República francesa. Por fin ha recuperado el apetito; ya no tendrá que vestirse en Prada, ya podrá ponerse sus jeans y hacer jogging en Nueva York. De hecho desde la primavera del 2005, Cécilia ya había mandado algunas señales al decir que le daba flojera ser first lady y que era políticamente incorrecta. Como hija de un padre ruso y de una madre española, ¡cuántas veces se ufanó de no llevar ni una sola gota de sangre francesa en las venas! Todo el mundo sabía que Cécilia era la única parte non négociable del "preciso". Todo el mundo sabía que era una extraña relación a la que la opinión pública tenía que acostumbrarse. Todo el mundo sabía que Cécilia no había votado por Nicolas Sarkozy en la segunda vuelta. Y todo el mundo sabía que después de la primera separación que tuvieron en mayo del 2005 se habían vuelto a unir para nunca más separarse. Pero lo que no todo el mundo sabía era que Cécilia ya no quería "tragar camote", que ya estaba hasta la coronilla y que se trataba de una verdadera insumisa. Ella no tiene un proyecto político como el de Hillary Clinton, no tiene una ambición descomunal como la de Martita, ni es tan sumisa, Betty Ford.

Como el 80 por ciento de los franceses, Cécilia y Nicolas se casaron bajo el régimen de bienes mancomunados. En este caso el patrimonio es dividido entre los dos. No obstante, sólo los bienes de Nicolas, que fueron adquiridos antes de su matrimonio, no serán compartidos con Cécilia. Lo que le pertenecía antes de haberse casado con ella quedará como de su propiedad, explica el maître Laurence Mayer, abogado especialista en asuntos familiares. Lo mismo sucedería con Cécilia Sarkozy, ella conservará lo que poseía antes de casarse con Nicolas, es decir antes del 23 de octubre de 1996. Cuando Sarkozy fue elegido en mayo pasado presidente de la República en su declaración patrimonial reportó más de 2 millones...

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