Guadalupe Loaeza / La generación del Ingeniero

AutorGuadalupe Loaeza

Se reúnen, prácticamente, una vez al mes. Suelen hacer juntos grandes travesías por diferentes partes del mundo. Se hablan, constantemente, desde su celular. Se mandan correos. Y en cada encuentro se comportan de la misma forma que solían hacerlo cuando inicialmente se conocieron, es decir, se mueren de la risa, hacen bromas, se acuerdan de una barbaridad de cosas, de cuando estaban bien "brujas", de cuando viajaban en autostop y de algunas novias que les rompieron el corazón.

Desde esos años maravillosos, especialmente a partir de la época en que se encontraban en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, no han dejado, ni un solo día de consolidar su entrañable amistad. Nos referimos a la generación del 57 a la que pertenece el Ingeniero Carlos Slim Helú.

Allí estaban muchos de ellos, sí, los de la generación del 57; yo los vi, los vi cómo se intercambiaban miradas de complicidad, mientras Paul Anka cantaba "You are my destiny"... Los vi conmovidos. Los escuché cantar, el sábado, junto con más de mil 300 personas que se congregaron en el Paseo de las Fuentes del Foro Mundo Imperial en Acapulco. He de decir que todos estábamos vueltos locos, cantando "Crazy Love"... César Costa acompañado de su esposa, guapísima como de costumbre, era el que se sabía de memoria la letra de todas las canciones de Paul Anka, las cantaba quedito y no se perdía detalle del gran espectáculo tipo los que se ven en Las Vegas.

Vestido con una camisa impecable, blanca, blanca de algodón egipcio, Carlos Slim estaba feliz, parecía un adolescente. Se veía rejuvenecido. Le brillaban los ojos y de vez en cuando sonreía como si se hubiera acordado de alguna alumna en la época de cuando era maestro de álgebra y al mismo tiempo cursaba la carrera. El que tampoco dejaba de mover la cabeza de un lado al otro, sobre todo cuando Paul Anka cantó "Put your head on my shoulder"..., era Ángel Aguirre, Gobernador de Guerrero. Hubo un momento en que, de plano, rodeó con su brazo derecho la espalda de Laura, su esposa. Hasta el Arzobispo Carlos Garfias y la Alcaldesa, con su vestido rojo, Verónica Escobar, empezaron a mover los pies en el momento en que escucharon la canción de "Adam and Eve".

Todos, todos bajo un cielo estrellado y un ambiente cálido y envolvente como nada más se percibe en el puerto, estábamos sumergidos en una nostalgia indescriptible. Con "Puppy Love" volví a tener 14 años. Me vi todavía de calcetines, vestido ampón, fleco y uno que otro barrito en la frente, volcada...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR