Guadalupe Loaeza / Epidemias

AutorGuadalupe Loaeza

No hay nada que me guste más que platicar, escuchar y leer al historiador mexicano José N. Iturriaga. Hace unas semanas tuve la oportunidad de entrevistarlo con motivo de su más reciente obra, "Historia de las Epidemias en México".

Según Iturriaga, algunos códices documentan la presencia de epidemias en épocas precolombinas, como la que provocó en el siglo 11 el abandono de Tula, capital de los toltecas.

Ya en el siglo 16, los españoles trajeron a México la viruela, importante aliada de Hernán Cortés en la toma de Tenochtitlán.

Se supone que también el sarampión y tal vez alguna otra enfermedad caracterizada por las lesiones de la piel, como la varicela. Con esto disminuyó notoriamente la esperanza de vida de la población local.

En el caso de la sífilis, causada por una bacteria y transmitida por contagio sexual, los estragos fueron numerosos, y como era de largo desarrollo, los nativos no entendían la forma de trasmisión.

Entre los siglos 16 al 19 se refieren cerca de 100 epidemias en nuestro País, o sea que a cualquier persona le tocaban varias en su vida. En cambio, el Covid-19 tomó al mundo entero por sorpresa, pues la última epidemia a nivel mundial, es decir, pandemia, fue la influenza de 1918.

La actual no es ni remotamente la peor de la historia. La peste negra del siglo 14 mató a 85 millones de personas y la influenza de hace un siglo a 50 millones (medio millón en México), en tanto que el Covid ha provocado 5.5 millones de decesos en el mundo y más de 300 mil en nuestro País. Una epidemia de 1576 en la Nueva España provocó

2 millones de fallecimientos, cuando éramos muchos menos habitantes.

Por la impotencia de la gente se buscaba ayuda en la magia y en la religión. Pero ésta también era un flagelo, pues los frailes veían las epidemias como un castigo divino por nuestros pecados (todavía en el 2020, un obispo mexicano atribuyó el Covid a la homosexualidad, el aborto y otros "pecados", y al vih lo bautizaron como "el cáncer rosa").

También se buscaba en la astrología una explicación; la influenza se llama así porque se pensaba que provenía de la influencia de los astros. Y la malaria, porque la atribuían a los malos aires.

La variolación, de origen asiático, se usaba en Europa desde inicios del siglo 18: era el contagio inducido de viruela de un enfermo a un niño sano para provocarle inmunidad (como las "fiestas de varicela", que hasta la fecha subsisten para que un niño contagie a sus amiguitos y de adultos no padezcan esa...

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