Guadalupe Loaeza / 'La Comedia Electoral'
| Autor | Guadalupe Loaeza |
Para Gaby Vargas, con toda mi solidaridad.
Desde que tengo uso de memoria, siempre me he sentido atraída por la actuación. A lo largo de mi vida he interpretado todo tipo de roles: el de la hija sumisa, el de la hermana dócil, el de la novia pudorosa, el de la compañera sentimental comprometida, el de la esposa perfecta y el de la abuela entrañable. Pero nunca imaginé que un día, por azares del destino, llegaría a interpretar el papel de una candidata para diputada federal. No sabía que para participar en la vida política, había que saber actuar, pero sobre todo, comprender el rol que se está interpretando. Como es sabido, actuar es habitar otras vidas, no importa bajo qué circunstancias, ni en qué época, ni en qué país del mundo, lo importante es vivir y abandonarse en el rol del personaje que una interpreta, así me sucedió a lo largo de dos meses, lo que duró la campaña. Ahora, a la distancia, me pregunto si los electores, de alguna manera, también interpretan un papel, el del ciudadano participativo, confiado en las supuestas instituciones. Finalmente todos formamos parte de la "Comedia Electoral".
El título del libro viene a cuento, porque en mi experiencia dentro de la campaña electoral sentí que había una semejanza entre lo que viví y lo que describe el experimentado maestro de teatro argentino, Carlos Canavese, respecto a "La comedia del Arte".
"La comedia del arte (del siglo XVI al XVIII) es un tipo de teatro donde los actores no tienen texto fijo (discurso). El nombre hace referencia a la comedia hecha por actores profesionales (políticos), y se contrapone a la comedia cuyo texto se escribía íntegramente. De allí que se le considere como teatro de la improvisación (clase política mexicana). En donde cada actor, o actriz (candidato o candidata) tenía un repertorio de frases a partir de las cuales construían su papel.
"Estas obras se dividían en tres actos, había una trama definida y una serie de personajes arquetípicos, dentro de esos dos límites los actores podían improvisar. Los temas solían ser enredos, los celos, etc.
"(...) Muchos de los personajes masculinos llevaban máscaras, no así los femeninos. Aún así se suele considerar que era un teatro de máscaras. De hecho en las compañías de Comedia del Arte, había actrices, mientras que por aquellos tiempos, en las compañías de teatro inglesas, sólo estaban formadas por hombres, que hacían los papeles de mujer en travesti".
Hay que decir que en estas obras existían personajes bien...
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