Guadalupe Loaeza / 'La buena reputación'

AutorGuadalupe Loaeza

Acabo de salir de ver en París, en el cine Arlequín, la película La buena reputación, cuyo título pienso que le queda como anillo al dedo a la versión mexicana de Las niñas bien. A pesar de una lluvia pertinaz y de que se trataba de la última función, la sala estaba semi llena en su mayoría por parejas de la tercera edad. "Oui, j'ai aimé, parce que c'etait different...", escuché decir a una señora, a la salida, mientras su marido le ayudaba a ponerse el impermeable. Me gustó su comentario, no obstante la he visto más de ocho veces, cada vez me ha gustado, precisamente, por ser distinta gracias a la dirección y a la vuelta de tuerca que Alejandra Márquez le dio al guion inspirado en Sofía, mi alter ego, interpretada magistralmente por Ilse Salas.

Más que sus privilegios o su fortuna, lo que más les mortifica a las "niñas bien", las de antes y las de ahora, francesas, inglesas o italianas, es su buena o mala reputación. No importa si se quedan sin dinero, pero jamás sin la reputación heredada por generaciones. Es como si fuera una marca de fabricación. Una buena reputación se gana a lo largo de los años, pero se puede perder en minutos; allí están los ejemplos de las familias Salinas de Gortari, Collado, Gil, Lozoya, Duarte y por supuesto Peña Nieto.

Volviendo a la película La buena reputación, con subtítulos en francés, la cual se proyectará en 100 cines en Francia, hay que decir que ha sido muy bien recibida por la prensa francesa. En la sección de Cultura del diario Le Figaro, del miércoles 16 de octubre, Éric Neuhoff, ganador del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, afirma que "Sofía recibe las humillaciones (de sus amigas) con una gracia conmovedora. Con clase. (...) el esnobismo le sirve como armadura. Quejarse no es su estilo. Así no fue educada. (...) Alejandra Márquez sigue con lupa el descenso lento de Sofía a los infiernos. Es un infierno climatizado lleno de buenas maneras. (...) Ilse Salas lleva sobre sus hombros un físico cuya clase lo dice todo. Es un personaje de Fitzgerald perdida en un universo de Thomas Piketty (economista francés de la London School of Economics), una Holly Golightly (el papel de Audrey Hepburn en Desayuno en Tiffany's), obligada a inscribirse al ANPE (organización de desempleados). Un día, un día a lo mejor su vida se parecerá a una canción de Julio Iglesias. Es...

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