Guadalajara: la ciudad en la que duermo, sueño y sobrevivo
| Autor | Daniela Mendoza García |
| Páginas | 1-6 |
La ciudad es el sitio ideal del control y del encasillamiento. La ciudad está atravesada por jerarquías. Miradas vigilantes, restricciones; La ciudad inmoviliza y sugiere constante totalitarismo. Michel Foucault
Guadalajara es una ciudad con muchas grietas, y no hablo de las grietas que son visibles en el pavimento, hablo de las grietas intangibles que viven y se perciben a lo largo de la ciudad, Guadalajara es una ciudad víctima de la fragmentación, una ciudad que, marcada por una calle y por un centro histórico, mide así la seguridad o la inseguridad, el tipo de música, la comida y las dinámicas; partiendo de esta reflexión se considera importante hacer un alto y repensar la ciudad, la ciudad en la que vivimos, en la que muchos crecieron y en los que faltan por crecer, repensar si se sobrevive o se vive en ella.
El siguiente texto es una reflexión sobre lo que está pasando en la ciudad de Guadalajara y lo que pasa con sus habitantes, también es un poco lo que me gustaría que fuera y una manera sencilla de cómo hacerlo.
Guadalajara, como muchas ciudades del mundo, está siendo sobre pasada por el parque vehicular; en el año 2007 había 1.5 millones de automóviles en la ZMG1, y cada vez se registran menos espacios públicos, pese al esfuerzo por recuperar algunos de ellos, como el parque de la Solidaridad o lo que es la Vía recreactiva; el automóvil nos sobrepasa.
Según datos del Observatorio Metropolitano de Guadalajara (OMEGA), en Guadalajara existen actualmente 254 vehículos particulares por cada 1000Page 2habitantes, cuando la media nacional es de 204.91, lo que quiere decir que Guadalajara es la ciudad más numerosa en cantidad de autos por persona a nivel nacional, es decir un auto por cada 5.24 habitantes. Esta situación caótica, por llamarla de alguna manera, está afectando la vida de manera directa de las personas que habitan aquí, ya que según el OMEGA el tiempo promedio de traslado en esta ciudad es de 50 minutos, mientras que la media nacional es de 45 minutos.
Esta irrupción del automóvil a la ciudad es considerada por el arquitecto Héctor Quiroz Rothe como un factor importante de fragmentación, a través de barreras físicas, como los viaductos y los pasos a desnivel, la destrucción de barrios y de construcciones históricas y la pérdida de espacios peatonales, convertidos en estacionamientos.
A lo que se añade la contaminación producida por los automóviles, ya que los gases tóxicos que arrojan los autos a la atmósfera matan a un...
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