Grillotina / ¡No muevan el piso...!

Con tantas marchas y plantones de ex electricistas que exigen trabajo y maestros que no quieren trabajar, los capitalinos o chilangos ni cuenta se han dado de que en lo que va del mes- hasta ayer miércoles- han tenido 5 temblores de tierra. Más bien, pequeñas sacudidas, que no son tan dañinas como los sismos ni tan devastadoras como los ismos, por ejemplo el salinismo o el lópezobradorismo.

Remezoncitos en comparación con aquel terremoto de 1985, cuando el Presidente Miguel de la Madrid se apresuró a anunciar al mundo que no se molestaran en mandar ayuda porque nosotros solos nos bastábamos...y a los dos días recorría las zonas más destruidas y no por acomedido. Fue que se vio obligado a acompañar a doña Nancy Reagan, quien trajo las toneladas de alimentos y medicamentos que le mandó su esposo Ronald, el presidente gringo de mala memoria, al presidente mexicano de triste memoria.

Quién no se acuerda del tenor Plácido Domingo removiendo escombros en Tlatelolco para rescatar a parientes que ahí vivían. O las lágrimas de Jacobo Zabludovsky, quien narró el evento, ante el derrumbado edificio de Televisa, al que llamó "mi casa" (Aunque en realidad era la casa de Emilio Azcárraga II y de la cual Azcárraga III lo corrió no mucho después)

Por un terremoto anterior, el de 1957 que tiró el Angel de la Independencia, se derrumbó un edificio propiedad de Mario Moreno Cantinflas. Y a un reportero que le preguntó cuánto había perdido, respondió el actor:

-Pos nomás la mano de obra, porque el material ahí está todito...

Los 5 temblorcitos del mes han tenido su epicentro en el Estado de Guerrero y quizá es venganza de aquella tierra, porque del DF les han llegado peores desgracias. Por ejemplo, el primer gobernador Rubén Figueroa- autor de la frase "la caballada está flaca"- impuesto por Luis Echeverría o el segundo gobernador Rubén Figueroa, quien tuvo que pedir licencia y dejó como interino a Ángel Heladio Aguirre, actualmente otra vez gobernador por obra gracia del PRD.

El caso es que, les decíamos, los habitantes del Distrito Federal, en su mayoría curados de espanto por temblores anteriores, ni cuenta se han dado de las...

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