Grillotina / Mancera, ya no es Mancelo
| Autor | Marco Antonio Flota |
Quién iba a pensarlo: el PRI y el PAN llevan 3 elecciones tratando de ganarle la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Y la tercera fue la vencida.
Sólo que el primer no perredista que gana el DF resultó ser Miguel Ángel Mancera.
Postulado, sí, por el Sol Azteca, pero como candidato ciudadano, sin afiliación a ese partido. Y además derrotando al PAN, partido sin candidata pues nunca lo fue doña Isabel Miranda de Wallace y a doña Beatriz Paredes, candidata sin partido, ya que el PRI es inexistente en la capital.
Digamos, entonces, que Mancera asume el Gobierno como Vicente Fox, quien nunca fue panista. Además, es soltero y, suponemos, será juicioso y no se casará ya estando en funciones. (Hablamos de Fox, no de Ebrard, quien se casó a la semana de asumir el cargo, se divorció y volvió a dar su mano en las postrimerías de su período)
El caso es que Miguel Ángel Mancera ha tomado posesión de su oficina en el Zócalo metropolitano. Ese lugar donde han despachado Ernesto P. Uruchurtu- dos sexenios y medio-, Alfonso Martínez Domínguez- ni medio sexenio-, el Profe Hank González- un sexenio completo- y otros próceres más recientes.
Imaginemos su arribo al despacho. Tras un breve vistazo, ordenaría:
-Retiren inmediatamente esa pintura que, supongo, trajo Andrés Manuel y debe ser una vista de la plaza principal de Macuspana, Tabasco...
-No, Jefe- diría el viejo custodio del despacho-. Ese cuadro reproduce, con fiel exactitud, el Zócalo de Morelia, Michoacán, y lo puso ahí el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas...
-Por eso digo que le falta luz para poder apreciar la belleza de esa gran plaza. Cámbienla de lugar para que sea más visible...
-Lo mismo le sugerí al licenciado López Obrador cuando tomó posesión de la oficina, pero por poco me cesa...
-Guárdese sus comentarios, compañero, limítese a recibir instrucciones...Quiero cortinas nuevas en vez de esas floreadas que debe haber puesto la señora Rosario Robles...
-Permítame aclararle que las cortinas son recientes, las cambió doña Rosalinda, la esposa del licenciado Ebrard...
-Bueno, de todas maneras quiero otras cortinas y no tienen que ser nuevas, porque mi gobierno no incurrirá en gastos innecesarios...
-De acuerdo, señor. Tenemos en la bodega unas cortinas del tiempo de don Alfonso...
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