Grillotina / Futuro fracasorio

Ya es oficial: el ex Presidente Fox y su aún Vicepresidenta Martita contraerán náuseas....digo: nupcias.

O sea que cometerán fracasorio....digo: casorio.

Bueno, queremos decir que el señor Fox llevará a la señora Sahagún al altar. Pero no al Desierto de Altar- a donde debería llevarla y dejarla abandonada, según lenguas de doble filo- sino al altar mayor de la Catedral de "Lión". No de Lyon, Francia, como le gustaría a la novia, sino de "Lión, Guanajuato", como dice el novio.

Y preparan su enlace ante la Ley de Dios, porque afortunadamente el Vaticano ya dictaminó la anulación del matrimonio religioso de don Chente con doña Lilián de la Concha, debido a que los "trastornos de personalidad"- forma elegante de equipararlo con Manuel Loco Valdés- del señor. Trastornos que le impedían mantener un matrimonio estable, pero no gobernar a un país inestable, como México.

Ya está casi todo listo, pues, para el nuevo enlace. Incluso declaró Fox a la prensa que ya está "juntando dinerito" para la boda. Y es que dice el refrán que el casado casa quiere, pero él no se conforma con tan poco: Centro Fox quiere y por eso a quien se le ponga enfrente le solicita una aportación para concluirlo.

Además, doña Marta no puede casarse con un vestido del diario: se merece un traje de novia como Dior manda. Y sin mucha cola, porque después se la pisan las comisiones del Congreso.

Además del ajuar para la noche de bodas: un salto de cama- aunque ya no están para dar saltos ahí- o cuando menos un negligé para motivar a su negligente marido.

Ya no podrán decorar la camioneta Hummer con azahares al frente y ruidosas latas atadas a la defensa posterior. Pero dado el espíritu campirano del novio pueden llegar a la Iglesia en una carreta del rancho adornada con ramas de laurel. Las latas pueden eliminarse: la novia se encargará de dárselas.

Podría oficiar la misa de la boda el Arzobispo don Norberto o en su defecto- así se dice, no es agresión- el obispo don Onésimo. Y cantar el Ave María Plácido Domingo, al cabo que los contrayentes ya nos tienen...

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