Grillotina / El Ferrari y el Vochito

Por muchas cosas puede criticarse a Jorge Vergara.

Por haberse hecho inmensamente rico con la venta de productos naturistas de dudosa efectividad, por adueñarse de las Chivas del Guadalajara desplazando, a fuerza de billetes, a los socios del glorioso equipo. De haber construido un imponente estadio por todos menospreciado...hasta que fue sede inaugural de los Juegos Panamericanos.

Bueno, hasta de no usar calcetines se ha acusado a Jorge Vergara. Pero acaba de pronunciar una frase de antología, cosa de mérito en este país donde una sola frase puede llevar a su autor a la inmortalidad. Desde "El derecho al respeto ajeno es la paz", de don Benito, hasta "El que se mueve no sale en la foto", de don Fidel, pasando por el "¡Cállate, chachalaca", del Peje.

Al comentar el fracaso del entrenador recientemente cesado de las Chivas, Fernando Quirarte, expresó Vergara:

"Le dimos un Ferrari y lo transformó en un Vochito".

Frase que podría resultar insultante para millones de mexicanos que votaron en el 2000 por Vicente Fox, gracias a la promesa de que todos tendríamos "un changarro y un vochito" Lo del Vochito no pudo cumplirlo don Chente porque la Volkswagen descontinuó ese modelo, pero lo otro sí lo cumplió: miles de florecientes empresas se convirtieron en changarros y a los changarros se los llevó la ch...angarra.

Pero otros tantos mexicanos se hubieran indignado de haber dicho Vergara que Quirarte convirtió el Ferrari en un Tsurito, que es el equivalente de una limousine para Andrés Manuel López Obrador. O todo el sindigato de maestros lo hubiera descalificado de habérsele ocurrido señalar que entregó una camioneta Hummer y le devolvieron una Combi.

Sin embargo, el señor Vergara se debe haber ganado la admiración de todos los funcionarios y burócratas de la Secretaría de Economía, porque a ellos también el Presidente les puso un Ferrari, don Bruno, que resultó Vochito.

(Efectivamente, por si usted no lo sabía, el secretario de Economía se apellida Ferrari y, gracias a sus Mercedes, sus cuates han hecho negocios muy Cheverolets)

Pero la metáfora automovilística de Jorge Vergara puede aplicarse, con la misma lógica, a otros casos de la vida pública.

Por ejemplo, se podría decir que:

A...

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