Grillotina / Espinosa situación de Oscar

Si en el mundillo del cine lo máximo -aunque hay opiniones- es un Oscar, en la política mexicana no se otorgaría un premio con ese nombre por varias razones. De momento nos vienen a la memoria 3:

Oscar Flores Tapia, destituido como Gobernador de Coahuila y quien presumía haber hecho su fortuna como autor de libros, aunque a la mejor los escribía con las anilinas que contrabandeaba para teñir mezclillas.

Oscar Ornelas, renunciado como Gobernador de Chihuahua, al descubrirse puros con su nombre, rellenos de la yerba que Caro Quintero cultivaba en la hacienda Buffalo. Ya se le conocía en el medio con el mote de "Hornéelas".

Y el más reciente de Oscar Espinosa Villarreal, quien en el 94 pasó la charola para la campaña del PRI. Y la siguió pasando en el Gobierno del DF y la Secretaría de Turismo.

¿Pero realmente es culpable Espinosa de lo que le acusa el bilioso Del Villar? Hay opiniones:

"¡Adió: si ya no puedo salir a la calle, porque me gritan cosas, confundiéndome con él" (Piporro).

"En cambio a mí me confunden con Resortes, pero sólo le puse un baile a los veracruzanos" (Chirinos).

"¡Pobrecito Oscar: ya no alcanzó a cobrar las últimas ocho quincenas!", (Ojeda Paullada).

"¡Olvídate de las quincenas!: ya no califica para la jubilación", (Gurría).

"Yo también fui Regente del DF y secretario de Turismo, pero nadie me pela", (El Profe de Atracomucho).

"Es inocente, pero Del Villar necesita su cabeza, para culminar el currículum que le mandará a Fox", (Amado T.).

"Los dos somos inocentes, víctimas de...

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