Grillotina / Diez minutos

AutorMarco Antonio Flota

¿Qué alcanza usted a hacer en 10 minutos? Repasemos varias posibilidades:

En 10 minutos puede usted trasladarse en su automóvil de la glorieta de La Diana Cazadora a la glorieta del Ángel de la Independencia, trayecto que puede realizar en 2 minutos si va caminando. O en una hora, si participa en una marcha de la CNTE.

En 10 minutos puede consumir un buen plato de birria en el mercado de la Plaza Garibaldi si es usted mariachi panzón o un lechón al horno en el Mesón del Cid, si es usted gobernador del Banco de México... también panzón.

En 10 minutos, para hacer tiempo, puede usted tomarse un Tehuacán en cualquier Sanborns o 5 Tehuacanes si está usted detenido en los separos de alguna corporación policiaca.

En 10 minutos, y con mucha labia, puede usted conseguir que le dé el sí la secretaria -o la trabajadora doméstica- y en los mismos 10 minutos puede darle el sí una modelito de la tele -o Niurka, que debería ser trabajadora doméstica- a varios productores.

Diez minutos alcanzan para que el Presidente de la República dé la orden, se reúna el Consejo Político Nacional y elija a un nuevo líder del PRI, pero en 10 meses no han podido Felipe Calderón y sus seguidores derrocar a Gustavo Madero como líder del PAN.

En fin, Manuel Mondragón y Kalb, Comisionado de Seguridad Nacional, para desalojar del Zócalo a los maistros de la CNTE, pidió 10 minutos. ¡Y le sobraron 3, porque tomó la gran plaza en 7 minutos!

Por cierto, "Los 7 Minutos" es un libro del escritor norteamericano Irving Wallace, titulado así porque, según el autor, es el promedio que tarda una mujer en llegar al orgasmo, lo que revela el escaso conocimiento que tuvo míster Wallace de la mujer mexicana. Y es que hay paisanas que en toda su vida no logran un orgasmo, en cambio, don Manuel Mondragón y Kalb casi debe haberlo experimentado al informar a sus superiores: "¡Misión cumplida!"

Pero es necesario dar algunos datos sobre Manuel Mondragón y Kalb, autor y ejecutor del operativo que permitió recuperar el Zócalo, hazaña con la cual las armas de la Policía Federal se cubrieron de gloria -"pero Trevi", comentó alguien-.

Si alguien calificó a su estrategia como "digna de los marines", no andaba tan equivocado, porque el señor es médico Contralmirante por la Escuela Naval, además de cirujano...

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