Grillotina / Por la boca muere el diputado...

Amibas, tierra, jabón, heces fecales, fueron detectados, por investigadores de la UNAM que la analizaron, en la comida que se sirve en el restaurante de la San Lázaro, a nuestros legisladores. Y aunque algo ya nos sospechábamos, por el comportamiento de la mayoría de los diputados, no ha dejado de causar asombro el descubrimiento entre los mismos padres de la Patria, que en una encuesta expresaron su airada opinión:

"Dije que no estábamos mancos ni tullidos, pero con esa comida lo vamos a estar" (Arturo Núñez).

"No eran tantas las ganas de ser candidato, sino el ansia de huir de ese restaurante" (Ricardo Monreal).

"¿Ahora ya entienden por qué falto tanto a las sesiones?: siempre estoy malo del estómago" (un diputado cetemista).

"Yo nunca me he enfermado. Claro que todos los días como en Champs Elises" (diputado Philips Olmedo).

"Yo jamás me paro en ese restaurante. La única vez que me eché una 'sopita' en la Cámara fue contra el diputado del Barzón" (Rafael Oceguera).

"Pos yo también, en San Lázaro sólo le entro a la sopa del dominó" (otro diputado cetemista).

"¡Con razón me hicieron daño los tacos de moronga!: seguro los hacen con la sangre del derecho de Porfirio" (Medina Plascencia).

"Yo no me preocupo. A la hora del lonch, me manda mi Gerber mi mamá" (el diputado Niño Verde).

"¡Y lo peor de todo no son las enfermedades intestinales, sino el desabasto de medicinas en el Seguro Social!" (diputado García Sáinz).

"Pos yo creo que tendría más mérito que suspendamos la huelga de hambre y le entremos a la comida de la Cámara" (uno de los perredistas...

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