Algo muy grave va a suceder en este pueblo

AutorZujey García Gasca
CargoServidora pública adscrita al Centro de Estudios en Derechos Humanos de la Codhem
Páginas15-16
15
Acordes y letras
“Algo muy grave va
a suceder en este pueblo”
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay
una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija
de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expre-
sión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa
y ella les responde:
—No sé, pero he amanecido con el presentimiento de
que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.
Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presenti-
mientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al
billar, y en el momento en que va a tirar una carambola
sencillísima, el otro jugador le dice:
—Te apuesto un peso a que no la haces.
Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace.
Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una
carambola sencilla. Contesta:
—Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de
una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo
grave que va a suceder a este pueblo.
Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regre-
sa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en
n, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:
—Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla
porque es un tonto.
—¿Y por qué es un tonto?
—Hombre, porque no pudo hacer una carambola senci-
llísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció
hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en
este pueblo.
Entonces le dice su madre:
—No te burles de los presentimientos de los viejos por-
que a veces salen.
La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al
carnicero:
—Véndame una libra de carne, y en el momento que se
la están cortando, agrega: Mejor véndame dos, porque
andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es
estar preparado.
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra se-
ñora a comprar una libra de carne, le dice:
—Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo
que algo muy grave va a pasar, y se están preparando
y comprando cosas.
Entonces la vieja responde:
—Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras.
Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuen-
to, diré que el carnicero en media hora agota la carne,
mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el
rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el
pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las
actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor
como siempre. Alguien dice:
—¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
—¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían ins-
trumentos remendados con brea y tocaban siempre a la
sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.)
Cuento de Gabriel García Márquez
Zujey García Gasca

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR