Granados Chapa: prensa y poder

AutorSilvia Cherem S.

Granados Chapa sostiene que hay una cuatachería muy frecuente, más ahora que en tiempos del PRI, entre ciertos columnistas políticos a quienes les viste relacionarse con los poderosos, tutearse con los funcionarios: "Derivan su importancia del calibre de sus amigos. A eso le rehúyo". No obstante, cuando los funcionarios lo invitan a citas en privado, siempre acude. Las anécdotas de estos encuentros son reveladoras, algunas inclusive colmadas de gracia.

José López Portillo

La primera vez que se reunió con López Portillo era secretario de Hacienda, tiempo antes de contender a la Presidencia. Había invitado al Club de los Industriales, entonces en el hotel Camino Real, a un grupo de políticos y al periodista.

López Portillo llegó tarde a la cita y, cuando apareció una hora después, ya estaban de pie conversando en grupitos. Abatió las puertas de la entrada con fuerza, eran de aquellas que había en las cantinas, y como Granados Chapa estaba ubicado junto a ellas, fue con él con quien se topó. "Me abrazó y dijo en voz alta para que todos pudiéramos escucharlo: 'discúlpenme la tardanza, es que vengo de un tibio lecho'. A nadie le importaba, pero él quiso hacérnoslo saber".

Uno de los episodios más célebres de su trabajo periodístico resultó tras denunciar un rancho en Tenancingo que el presidente José López Portillo estaba por estrenar y que, por la denuncia de Miguel Ángel Granados Chapa, se vio obligado a regresar.

"En agosto de 1981, supe que el gobernador Jorge Jiménez Cantú le acababa de regalar un rancho a López Portillo, por el rumbo de Toluca. Fui a ver la propiedad, era un insulto, era como el tributo de un señor feudal. Describí el rancho en mi Plaza, pero reconozco que hubo una sagacidad de mi parte: el rancho ya era suyo y yo dije mañosamente que estaban 'a punto de darle ese regalo insolente', 'muestra de cortesanía contraria a la vida republicana'. Fingí, lo confieso".

López Portillo le escribió al periodista una carta manuscrita, que publicaría Granados Chapa en Unomásuno, en la que señalaba que nunca había tenido vocación patrimonial y que, aunque ese rancho le gustaba muchísimo, no lo aceptaría. Ello se volvió un acontecimiento en la vida pública.

Muchos años después, el ex presidente le echó en cara aquel incidente. Repentinamente le espetó: "El rancho aquel del que usted me privó". Puntualiza Granados Chapa: "Fue evidente que tenía el rencorcito bien metido en su ser".

Carlos Salinas de Gortari

El presidente Carlos Salinas le...

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