Gran Angular

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Votamos pero no elegimosRaúl Rodríguez CortésEL UNIVERSALLa dirigente magisterial Elba Esther Gordillo y su otrora aliado, el ex director del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes, dejaron al descubierto esta semana que en la democracia política mexicana votar no es elegir.La señora Gordillo, sin recato ni estatura moral, dijo que pactó con Felipe Calderón en el proceso electoral de 2006, lo que en la práctica política mexicana no habla necesariamente de la negociación de acuerdos, práctica fundamental en el ejercicio del poder; sino de maniobras en lo oscurito que demuestran como la "maestra" ha convertido en moneda de cambio a su numeroso sindicato, un instrumento con el que amaga, engaña, ofrece los votos necesarios para definir una elección o personal para manipularla y, obvio, con el que ahora buscará sorprender a suspirantes panistas como Ernesto Cordero, Alonso Lujambio o Josefina Vásquez Mota o incluso a Enrique Peña Nieto y otros poderosos políticos del PRI, el partido que la expulsó. Calderón y Lujambio justifican el pacto con Gordillo al asegurar que fue para mejorar la calidad educativa, pero la propia líder del SNTE confirmó lo que ya sabíamos: que López Obrador no quiso pactar y que ella, a cambio de su apoyo al blanquiazul, recibió para su gente diversas posiciones políticas, entre otras la dirección del ISSSTE, en la que colocó a Yunes, quien ahora acusado por ella de actos de corrupción, asegura que le exigía 20 millones de pesos mensuales para su partido, el Panal.Fue entonces el entendimiento con un grupo de poder real, con un cacicazgo sindical tan criticado por ella antes de que Carlos Salinas de Gortari la ungiera líder del SNTE en sustitución del corrupto Carlos Jongitud, uno de los tantos lastres que ha padecido la educación en México, el que marcó el cuestionado resultado de la elección presidencial de 2006.De ahí que sea pertinente preguntar si ¿hay democracia política en México?. No lo parece cuando se sabe que los votos que inclinan unos comicios son expresión de compromisos pactados en lo oscurito con grupos de poder informales pera reales sin que cuenten ni se respeten los verdaderamente razonados. Y no es que los ciudadanos seamos tontos sino que ni siquiera nos percatamos de que nos manipulan los políticos. Así que a estas alturas del siglo 21 quedó al descubierto que los manejos oscuros del poder político en México no son historias del pasado, sino...

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