Gozan en el 'Elba' turismo casero

AutorLuis Alegre

Los niños se avientan por el tobogán. Se tiran a la alberca una y otra vez hasta que se mete el sol. Toda la familia come sandwichs de jamón recién hechos y los señores se tumban en el prado con palmeras mientras las señoras se quedan en las sillas con la vista perdida entre las cabezas que brincan en el agua.

Así es en los viejos balnearios, opción de turismo casero de escaso equipaje. Como en el "Elba", ese balneario que funciona desde hace más de 60 años en las faldas del Cerro del Peñón Viejo, sobre la Calzada Ignacio Zaragoza, en Iztapalapa.

La ciudad apenas tiene cuatro balnearios de esta magnitud. Además del "Elba", está la ex Alberca Olímpica, "Las Termas" y "Olas Salvajes", el de Chapultepec.

Años atrás había más balnearios, justo en Iztapalapa.

Estaban el "Bahía", "Olimpia" y "La Cascada", este último situado justo enfrente del "Elba" y hoy convertido en centro deportivo popular.

Un tobogán verde que asoma a la vuelta del cerro y una barda decorada con cisnes de yeso señalan la ubicación del "Elba". Pasar la frontera entre el tráfico y la alberca cuesta 45 pesos; los menores de 10 años pagan 5 pesos menos.

El balneario "Elba" -propiedad de los dueños del mismo ejido donde está construido- tiene cuatro albercas.

Antes se llenaban con agua de manantial.

La más grande tiene una fuente en forma de hongo. Otras dos reciben a los niños que se arrojan por los distintos toboganes.

Una más, con chapoteadero, está techada y con el agua entre 26 y 29 grados centígrados. Esa es la favorita.

Semana Santa es albercas llenas para el balneario "Elba". De lunes a jueves pueden entrar unas mil personas por día. El viernes y sábado, viene hasta el triple de gente, según Martha Torres, administradora del lugar.

"Este balneario es la pura diversión", dijo Rosalío Suárez, uno de los 100 ejidatarios que atiende el balneario "Elba" durante Semana Santa.

"A mí me da emoción ver el balneario lleno", reconoció por su parte Elizabeth Baeza, responsable de la mercadotecnia del lugar y quien no se cansa de hablar de las bondades del lugar: que si invierten tres horas diarias en desinfectar las albercas, que si el lugar rechina de limpio o que si pronto estrenarán un nuevo restaurante.

A sus años, el balneario "Elba" luce sencillo pero no viejo. De hecho, siguen llegando todos los días clientes nuevos.

Como Antonio Olvera, chofer de ruta y padre de una...

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