Gozan clima alpino

AutorIván Sosa

Jugar al niño o niña de las montañas por un día es posible al sur de la Ciudad.

El Parque Nacional del Ajusco no sólo ofrece escenarios naturales dignos de postales navideñas, también sus visitantes podrán aventurarse a las faldas de la que es considerada la cumbre más alta del DF.

Hay además diversas actividades de esparcimiento que van desde la práctica del senderismo hasta el ciclismo de montaña e, incluso, cuenta con una ciclovía asfaltada.

Para quienes acostumbran decorar su hogar con un árbol natural, aquí todavía es posible cortarlo.

"Hay quien pone su árbol de Navidad para recibir a Santa, pero muchos se lo llevan también para dejar los regalos de Reyes", dice Benito García, uno de los comuneros que transformó la zona de Lomas de Tepemecatl de un área de cultivos tradicionales a una plantación forestal comercial.

En el kilómetro 12.5 de la Carretera Picacho-Ajusco, en una desviación hacia la derecha, se ubican las 40 plantaciones de árboles navideños de Tepemecatl, una serie de lomeríos cubiertos de pinos.

En el acceso, el viajero distingue el aroma a tortillas recién hechas, a haba, a huitlacoche y, por supuesto, a café de olla.

Ahí, diversas fondas con juegos infantiles ofrecen sus servicios, además de alquiler de caballos para paseos y cuatrimotos.

Un par de kilómetros después hay una desviación con forma de "y", tomándola hacia la derecha se llega al Valle de la Cantimplora, donde se despliega un amplio paisaje en medio del bosque.

Es en ese lugar donde los...

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