Entrevista / Gordon Thomas / 'El periodismo, y el espionaje son muy parecidos'

AutorLeonardo Tarifeño

Hay pocas diferencias entre el periodismo y el espionaje", dice el galés Gordon Thomas, autor de Mossad, Las torturas mentales de la CIA y Semillas de odio, tres auténticas brújulas que orientan en el sigiloso universo de los servicios de inteligencia. En Mossad, Thomas exhibe el funcionamiento interno de la fábrica de espías más poderosa del mundo y revela que el ayatollah Khomeini ordenó el atentado contra el Papa Juan Pablo II. Las torturas mentales de la CIA cuenta los siniestros experimentos con psicotrópicos que la CIA llevó a cabo durante los 50, muchos de ellos perpetrados contra sus propios agentes. Y Semillas de odio, su último libro, desmenuza la trama antiestadounidense que une a organizaciones terroristas como Al Qaeda y el gobierno chino. Con esa experiencia sobre los hombros, este reportero asegura que el periodismo es un pariente tan próximo del espionaje como de la literatura.

-En Las torturas mentales de la CIA, usted conversa con un espía y ambos señalan que el periodismo y el espionaje tienen mucho en común. "Ambos debíamos ser convincentes y estar dispuestos a contar mentiras mientras íbamos en pos de la verdad", concluye.

¿Qué otras similitudes encuentra?

Bueno, yo creo que el periodismo de investigación y el espionaje son muy parecidos. Tanto los servicios secretos como los periodistas buscamos desesperadamente en quién confiar. Y muchas veces, los buenos reporteros -como los espías- tienen que simular que no son quienes verdaderamente son, sobre todo si uno trata con el crimen organizado. La diferencia radica en que nuestros artículos no amenazan la vida de nadie; mientras que mucha gente muere por la información con la que trabajan los servicios de inteligencia.

-No es una diferencia menor.

No. Pero, paradójicamente, nos sirve para aprender mejor nuestro trabajo.

-¿En qué sentido?

Digamos que yo aprendí muchas cosas del periodismo al ver cómo trabajan los espías. Ellos me enseñaron a obtener información y cómo usarla. Y algo tan o más importante: a aprender a confiar en ciertas personas y no en otras.

-¿Cómo accedió a las fuentes necesarias para escribir Mossad?

Todo empezó cuando conocí a quien más tarde sería mi suegro. El dirigía una cadena televisiva en Alemania del Este, lo capturaron los soviéticos, fue sentenciado a muerte, lo indultaron y, después de 14 años en prisión, lo liberaron a cambio de dos espías rusos. Yo lo conocí años más tarde, y él me puso en contacto con muchos servicios de inteligencia. Poco a poco conocí más gente, espías de Alemania y de Estados Unidos, investigué, até cabos, y finalmente hice una película al respecto para la BBC. Con el tiempo, mi base de contactos se amplió y me di cuenta de que en realidad sólo quería escribir acerca de temas de espionaje.

-Lo dice fácil, pero la investigación de Mossad no parece tan simple.

Ah, es que ese libro tiene un origen nada común. Ellos me buscaron. Yo estaba trabajando en una película, en Hollywood, y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR