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GLOSAS MARGINALES / Mucho ruido y...

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Vincent
AutorEverardo Elizondo

Un dicho viejo en finanzas públicas advierte algo que los políticos ignoran recurrentemente: sólo hay dos maneras de pagar por el gasto público: impuestos hoy o impuestos mañana. En Estados Unidos, el "mañana" llegó con el arranque del año. Y apenas es el principio del ajuste. Por lo pronto, el Presidente Obama y los legisladores escogieron mantener la hipertrofia gubernamental a costa del resto de la economía.

La Casa Blanca y las Cámaras llegaron a un (renuente) acuerdo temporal que, a mi entender, no corrige nada de fondo. La negociación cubrió únicamente la parte tributaria. La tasa máxima impositiva pasó de 35 por ciento a 39.6 por ciento para los niveles altos de ingresos (mayores de $400,000 anuales) de las personas físicas. Los dividendos y las ganancias de capital serán gravadas a una tasa del 20 por ciento, en lugar del 15 por ciento -y, de hecho, la tasa podrá llegar a 23.8 por ciento. La intención de esto es que "los más ricos" paguen la "parte justa" que les corresponde en la reducción del déficit. Lo entrecomillado cita, a la letra, el texto del comunicado emitido por la presidencia. (The White House, 7 Things You Need to Know About the Tax Deal). Por cierto, el documento señala la extensión de diversos beneficios tributarios en favor de la clase media, calificándola de "permanente" (!)

Sin embargo, las cargas aumentarán para todos los asalariados, al vencer el "descuento" de dos puntos porcentuales vigente en el impuesto sobre la nómina. Así pues, no es estrictamente cierto que las medidas impositivas decididas no afectarán a la clase media, como aseguraron varios autores del arreglo, en un desplante claramente retórico. Un instituto de investigación (Tax Policy Center), sin filiación partidista, estima que el celebrado convenio aumenta los impuestos para algo como así como un 77 por ciento de las familias en Estados Unidos. (Validando la frase de Mark Twain, según la cual "cuando el Congreso está en sesión ningún patrimonio está a salvo").

Al mismo tiempo, se decidió posponer durante dos meses las reducciones de gasto que debieron entrar en vigor "automáticamente" la semana pasada. Esto asegura un periodo conflictivo por venir y la prolongación de la incertidumbre -aunque menos...

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