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GLOSAS MARGINALES / Proteccionismo resucitado

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Vincent
AutorEverardo Elizondo

Adam Smith demolió las "bases intelectuales" del mercantilismo hace más de 200 años, pero el atractivo de esa doctrina para muchos "hombres prácticos", sobre todo políticos, sigue vigente. El mercantilismo enseña que las exportaciones son "buenas" y las importaciones son "malas". De esto último se desprende la supuesta conveniencia de proteger al productor nacional frente al extranjero.

En Estados Unidos, el ejemplo más reciente y más sonado de un proteccionista es Donald Trump, con su promesa de establecer un impuesto (un arancel) de 35 por ciento a las importaciones de autos y autopartes... si llega a la presidencia. La oferta fue recibida con aplausos por un amplio auditorio en Iowa. Trump sabe muy bien qué decirles a sus escuchas. En una conferencia de vegetarianos es muy fácil cosechar aplausos elogiando las virtudes nutritivas de las espinacas. Lo mismo puede esperarse si uno dirige un mensaje proteccionista (mercantilista) a un grupo de obreros industriales del Rust Belt. No sería lo mismo si los receptores del mensaje fueran los compradores de automóviles, camionetas y camiones, que saben, sin temor a equivocarse, que el planteamiento de Trump es una amenaza de aumento del precio de los vehículos. Tal es el resultado buscado precisamente por la protección.

La amenaza de Trump se extiende también a Toluca, a Silao, a Hermosillo y a Ramos Arizpe, por mencionar algunas de las poblaciones cuyo auge económico reciente se ha fincado en la emigración de la producción de autos y autopartes de Estados Unidos a México.

Trump no está solo. Aquí en México, a un gobernador se le ocurrió decir que dado que se produce petróleo en el País, no se debe importar gasolina. Algo por el estilo se podría decir en Nueva Zelanda: si el país tiene muchas ovejas, no se deben importar telas de lana -ni trajes confeccionados con ese material, para el caso-. La falacia consiste en pensar que si se tiene una ventaja en la producción de un insumo, eso automáticamente se traslada en una ventaja en la producción de un derivado. Siguiendo tal "lógica", un autor prolífico de novelas debería también editarlas, imprimirlas y distribuirlas...

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