GLOSAS MARGINALES / Lecciones del populismo bolivariano

AutorEverardo Elizondo

El populismo de Hugo Chávez, continuado por Nicolás Maduro, ha llevado a Venezuela, lógicamente, a su caótica situación actual. Y digo "lógicamente" en términos de lo que enseña la teoría económica elemental... y la historia.

Por ejemplo, según los datos del propio banco central de la ahora llamada "República Bolivariana", en fechas recientes la inflación general excedió al 60 por ciento anual, al mismo tiempo que la inflación de los alimentos se acercó al 80 por ciento. Tales cifras, alarmantes de por sí, con seguridad subestiman la realidad, dado que el Gobierno ha establecido una serie de controles sobre los precios de todo tipos de bienes.

Las autoridades han atribuido el problema, desde luego, a la codicia de los comerciantes y de los productores. En esto, como en muchas otras cosas, no han exhibido mucha originalidad: el mismo argumento ha sido usado durante siglos por todos los políticos en circunstancias parecidas.

La explicación de veras es de libro de texto: el banco central ha venido aumentando la cantidad de dinero en circulación (bolívares) a tasas anuales alrededor del 75 por ciento. ¿Por qué? Simplemente, porque ha extendido crédito tanto al Gobierno como a diversas empresas públicas. ¿Para qué? Para financiar sus gastos, con la intención de propulsar la actividad económica. En lenguaje de economistas, todo eso se conoce como "una política fiscal y monetaria (muy) expansiva".

Como era de esperarse, no ha tenido éxito. El PIB de Venezuela creció apenas 1.3 por ciento en 2013, y se estima que presentará una caída este año -nadie sabe, por supuesto, de qué tamaño. La incertidumbre al respecto se explica por dos factores al menos: la creciente confusión creada por los errores de política económica, y el aumento de la inquietud social, evidenciada en las protestas populares.

La explosión monetaria ha conducido, sin remedio, a otro resultado previsible: la abrupta devaluación del bolívar. En febrero del año pasado, la cotización oficial pasó de 4.30 a 6.30 bolívares por dólar, pero en el mercado "paralelo" (vulgo, "libre") el tipo de cambio era algo así como 60 bolívares. Con una disparidad de tal tamaño, era obvio que la moneda estaba sobrevaluada. Otro ajuste era simplemente cuestión de tiempo. Y, en efecto, en enero y en marzo de este año el Gobierno introdujo dos sistemas cambiarios adicionales, aplicables...

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