GLOSAS MARGINALES / El Déficit de Obama

AutorEverardo Elizondo

OBAMA FISCAL EN RETROSPECTIVA

Es común entre analistas, políticos y económicos, señalar que a la actuación de un presidente se le atribuyen en exceso tanto las cosas buenas como las cosas malas que ocurren en la economía. No es difícil entender por qué: la situación y la evolución de las principales variables, como la producción, el empleo, la inflación, el comercio exterior, etc., son la consecuencia de una multiplicidad de factores, muchos de los cuales escapan por completo al control del ejecutivo. Ello, sin contar con otro elemento: la herencia que recibe de parte de su antecesor al momento de asumir el cargo. Los debates al respecto son interminables. Por ejemplo, todavía se discute acaloradamente el desempeño de F.D. Roosevelt en relación con la Gran Depresión de los treinta: para unos, salvó al sistema; para otros, prolongó la crisis.

En lo que toca a Barack Obama (BO) vale decir que, toda proporción guardada, algo similar está sucediendo. Sus defensores le atribuyen el haber evitado un colapso económico y financiero a raíz de la Gran Recesión de 2008-2009; sus detractores apuntan, entre otras cosas, a la persistente flojedad de la recuperación económica.

La intención de los comentarios que siguen no es una evaluación de la gestión de BO. Lo que pretenden es mucho más limitado: destacar sólo uno de sus aspectos: ¿qué pasó en el ámbito fiscal? Específicamente, ¿qué sucedió con el déficit presupuestal y con la deuda pública? Las gráficas insertas más adelante quizá ayuden a interpretar lo ocurrido.

Allá por el 2000, el gobierno federal presentaba un pequeño superávit, el cual se transformó en un déficit moderado en los años siguientes. BO decidió incurrir en un desequilibrio masivo, como parte de su respuesta al desplome de la actividad económica asociado con la crisis financiera: el déficit llegó al 10% del PIB. Se trató de la aplicación de una receta típicamente keynesiana. Pasada la emergencia, la administración se ocupó de reducir el faltante, pero no lo eliminó: la Casa Blanca estima que fue algo así como 3.3% en 2016. (Gráfica de la izquierda).

En consecuencia, el tamaño relativo de la deuda pública, que se situaba alrededor del 60% del PIB al inicio del primer cuatrienio de BO, aumentó en forma espectacular, alcanzando quizá 106% el año pasado...

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