GLOSAS MARGINALES / Back to the... past
| Autor | Everardo Elizondo |
Ante la depreciación persistente del peso mexicano, muchos empresarios han planteado, en público, una obviedad: tarde o temprano, el aumento del precio de muchos bienes comerciables internacionalmente tenderá a traducirse en un alza de precios interna. En descargo de los declarantes originales, confieso que no usaron el término "bienes comerciables internacionalmente", pero esa es la frase adecuada desde el punto de vista económico. Se refiere no sólo al precio de los productos importados, sino también a los precios de aquellos productos que compiten con las importaciones; y abarca asimismo a los precios de los bienes exportados y de sus similares.
Frente a ello, según un reportaje periodístico, un político prominente dijo de inmediato que los miembros del grupo que representa "no permitirán" a los empresarios el aumento de precios. A la letra, especificó: "no los vamos a dejar... incrementar precios arbitrariamente". La nota agrega que "exigió a los inversionistas" (?) "ir con las autoridades correspondientes (a) demostrar el porqué" del aumento en cuestión. Se trata, sin duda, de una advertencia inquietante por anacrónica. Adicionalmente, "pidió al Banco de México mantener el control de la inflación y evitar que el mercado eleve los precios".
El episodio admite algunos comentarios críticos:
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- En efecto, según la ley, el Banco de México es la institución pública encargada de controlar la inflación. Para ser precisos, tal es su tarea prioritaria. ¿Cómo lo puede hacer? Básicamente, mediante operaciones diarias en el mercado de dinero, que determinan una tasa de interés de muy corto plazo (hoy día, situada en 3 por ciento). Su trabajo no es "evitar que el mercado eleve los precios", cuando menos no en el sentido de poder topar a su discreción algunos (o muchos) precios en la economía. Más bien, la política monetaria se ocupa de adecuar el crecimiento del gasto total en la economía (la demanda agregada), para evitar que presione al alza los precios en general.
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- Los empresarios no fijan "arbitrariamente" los precios en el mercado. Como enseña cualquier libro elemental de microeconomía, aun el monopolista, si quiere maximizar sus utilidades, debe tomar en cuenta la posición de la demanda de su producto. Es la cambiante interacción de la oferta y de la demanda la que determina el precio, les guste o no a los legos. En las circunstancias actuales, la depreciación del peso conlleva, entre otras cosas, un aumento de costos y significa "un...
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