Más global que nunca
| Autor | Jesús Sánchez |
En la última década, el futbol americano de la NFL se ha dedicado a desplazar el beisbol de las Grandes Ligas como deporte nacional y se ha convertido en el espectáculo más grande de los Estados Unidos, tanto en dinero generado, cantidad de aficionados, espectadores en televisión y otros factores.
Una vez dominado el mercado nacional, el siguiente objetivo para la NFL tiene tintes globales.
Por primera vez en la historia de la Liga, cuatro partidos se jugarán afuera de los límites estadounidenses, en tres estadios diferentes.
Estos destinos incluyen a la Ciudad de México y el Estadio Azteca.
Como ya es una tradición, dos de esos juegos se llevarán a cabo en el Estadio Wembley de Londres, en la semana 4 y 8, con los Jaguares de Jacksonville y Bengalíes de Cincinnati sirviendo como locales, respectivamente.
El tercer juego en la ciudad británica será por primera vez fuera de Wembley, cuando los Gigantes de Nueva York se enfrentan a los Carneros de Los Ángeles en el Estadio Twickenham, ubicado al oeste de Londres, utilizado principalmente para juegos de rugby y con una capacidad superior a los 80 mil aficionados.
Para cerrar el calendario internacional, el 21 de noviembre se cumplirá con el tan esperado regreso de la NFL a México, cuando los Raiders de Oakland reciban a los Texanos de Houston en el primer juego de futbol americano en el Estadio Azteca desde 2005.
Como parte de dicha internacionalización, los rosters de los equipos también buscaron talento fuera de sus fronteras.
Los Vikingos de Minnesota seleccionaron en la sexta ronda del Draft al WR sensación de la liga alemana de futbol americano, Moritz Böhringer, que terminó en la escuadra de prácticas, mientras que los Gigantes de Nueva York probaron al WR francés Anthony Dable, así como al TE británico Harry Innis.
Entre los planes de la NFL para continuar con su expansión está llevar otro juego de temporada regular, o mínimo el Pro Bowl, a tierras alemanas o brasileñas, así como el ambicioso plan de mandar una franquicia de la Liga a jugar como local en Londres, teniendo todavía varios problemas de logística impidiendo el movimiento que parece es inevitable según el éxito que tiene la NFL cruzando el Océano Atlántico.
JÓVENES AL RUEDO
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