Gilles Lipovetsky: 'La inteligencia se forma'
| Autor | Guadalupe Loaeza |
Para que México recupere la confianza en sí mismo, los grandes vectores necesarios son la lucha contra la corrupción y, sobre todo, el replanteamiento del sistema educativo, recomienda Gilles Lipovetsky.
La fuente de los valores y de la riqueza es el saber, afirma, por lo que el país debe invertir más y mejor en educación, formar a los profesores y proporcionar a la gente medios para desarrollar su inteligencia y su creatividad.
"Debemos entender que los gastos en materia de educación son inversiones para el futuro; de lo contrario, los mexicanos van a seguir queriendo irse a Estados Unidos; emigrar, porque no habrá futuro", dice en entrevista.
Lipovetsky participó en la Segunda Conferencia Internacional sobre Ciudades del Aprendizaje, organizada por la Unesco y el gobierno del DF, en el Teatro Esperanza Iris del 28 al 30 de septiembre.
El filósofo y sociólogo francés es autor de títulos como La era del vacío o La sociedad de la decepción, en los que analiza las sociedades posmodernas y fenómenos ligados a ellas, como el individualismo, la cultura como mercancía, el uso de tecnología o la pérdida de valores, entre otros.
"El concepto de ciudad del aprendizaje se desarrolló a inicios de los años 90 y ha tenido mucho éxito", explica Lipovetsky. "Cuando leemos los análisis al respecto, privilegiamos esencialmente la adquisición de conocimientos, desde la lectura hasta la escritura, la formación continua, la adquisición de nuevas tecnologías y la necesidad de aprender a lo largo de toda la vida. Porque somos una sociedad competitiva, globalizada, y el saber avanza a paso rápido".
Pero en esa idea de ciudad del aprendizaje se halla además el proyecto de integración social, de inclusión, señala, pues aprender no sólo es asimilar conceptos.
"Uno también aprende a amar el arte, a tomar fotos, a hacer videos, a cantar, a bailar, a expresarse. Se tiene la idea de que el arte es para gente especial o con dones particulares, pero eso es debatible. Porque si das lápices de colores a los niños, los adoran. A todos les gusta dibujar, colorear, es una gran alegría para ellos. Y luego, ese placer desaparece".
Cuando se habla de ciudad del aprendizaje, explica, es necesario que las autoridades se comprometan a favorecer las prácticas artísticas.
"Hay que propiciar los encuentros con los creadores. Cuando la gente está en contacto con verdaderos creadores, se provoca el gusto, el amor por el arte. Y cuando hablo de arte no sólo hablo de las bellas artes. El arte empieza con la moda, el diseño, la fotografía, es el conjunto de todas las expresiones creativas", señala.
Lipovetsky propone que en los barrios existan espacios para que la gente pueda exponer su obra o montar talleres.
"En nuestras sociedades cada vez más personas tienen una identidad infeliz. Hemos perdido nuestro lugar; antaño, un campesino era un campesino, y no había ningún problema. Pero hoy la gente está inquieta, tiene mucho malestar y una gran inseguridad personal".
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