Germán Dehesa / La región más tepitense

AutorGermán Dehesa

Dirán que estoy loco, pero me parece que el rescate de Tepito, de sus calles y sus plazas que vuelven a ser de sus legítimos dueños, los vendedores originales y los transeúntes -los primeros por pleno derecho y los segundos por pleno amor- me parece, decía, que es un acto de enorme trascendencia para la vida de la Ciudad. Me permito felicitar a Don Joel Ortega y a su jefecito santo por esta exitosa negociación y por estos nuevos horizontes (que son los antiguos) que le están proporcionando a esta sufrida capital del Anáhuac. La grandeza tenochca no se extinguirá mientras no se extinga la grandeza de México-Tenochtitlan ¡cómo'ingaos no! (y que sufran los regios).

Este martes los que a la información nos dedicamos muy almejas tuvimos que estar, con un ojo en Tepito, otro en la inminente Ley de Sociedades en Convivencia, gracias a la que, por poner un caso hipotético, Onésimo y Norberto podrían legalizar su vida como pareja (los nombres los tomé al azar del calendario del más antiguo Galván) y todavía tuvimos que tener un tercer ojo para enfocarlo a Mérida, Yucatán, donde llegó George Walker Bush a hacernos sus acostumbradas peladeces. Felipe le dirigió una breve alocución y el bolillo patón (y patán) se dedicó mientras tanto a ver el paisaje, a babosear, que es su fuerte, y a no ponerse en el oído la pequeña bocina que le hubiera dado la traducción al texano moderno que es el dialecto del inglés que él medio entiende. No fuimos merecedores de que nos pelara Caligulita y ni nos vio, ni nos oyó este personaje que, de por sí, nunca nos tuvo ley. A este respecto, recuérdese la grotesca visita de los Bush a San Cristóbal, cuando el menso de Fox pensaba que él y Georgie podrían hacer de las nubes terciopelo. Todo el acontecimiento que prometía ser glorioso, acabó como un siniestro capítulo de "Yo quiero a Lucy" con Bush dedicado a hacer puras bufonadas y maldades, a malmodear los brócolis de Vicente y a despreciar la comida que con tanto primor le habíamos preparado. ¡Good Bye!, le...

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