Germán Dehesa / El largo retorno II

AutorGermán Dehesa

Con la cucaracha en la boca. Así nos agarró el aviso de que el recreo había terminado y de que Los LLopis con sus dos vocalistas teníamos que regresar al trabajo. Ni hablar, se acercaba ya el momento de que Denise Dresser (que ya no se parece al Maza Rodríguez, porque éste ya se cortó el pelo) irrumpiera en el escenario. Cabe aclarar que existen unos crustáceos que son como langostas de Chernobyl que allá en Coatzacoalcos llaman "Cucarachas de mar". En "Piquitos", las cocinan de modo delicioso y suspender su ingestión produce síndrome de separación de los amantes. Ni modo. Lo nuestro es laborar, aunque un tal Agustín Danny se dé el lujo de no pagarnos.

Denise estuvo magnífica y mis paisanos la escucharon con unción casi religiosa. La implacable ciudadana apasionada dio cuenta y razón del largo y difícil camino que los mexicanos y en particular las mexicanas tienen que recorrer para asumir plenamente la ciudadanía; esa que nadie nos regala, sino que conquistamos con nuestra participación todos los días. El aplauso y el cariño clamorosos que recibió Denise me provocó una satisfacción enorme. Hagan de cuenta que yo fuera el tío de las muchachas, o el representante de Sonia y Miriam.

Luego me tocó a mí, pero mi participación no fue excesivamente meritoria. Yo estaba en casa hablando con mi gente. La pasamos bien, nos divertimos y algo aprendimos. Algún alma exquisita me comentó que esa apuesta de Denise y de su Charro Negro a favor de la insurgencia ciudadana no dejaba de ser naif. Disiento. Ser naif y miope es seguir apostándole a estos lamentables políticos que padecemos, a estos enanitos que dicen representarnos, a estos partidos infinitamente torpes y logreros; ser naif es apostarle a Carlos Slim y suponer que sólo es cuestión de tiempo para que todos alcancemos a ser como ellos, o a ser amigos de ellos. Ya pensándolo bien, naif su ch.m.

El lunes en la mañana fue una lenta catástrofe. Todo fue moroso, tardado, interminable. Nos tardamos horas en desayunar, horas en llegar al aeropuerto, horas en despegar y horas en llegar a la Capital. Me quedé con la impresión...

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