Georgina González / Vicio, oficio y beneficio

AutorGeorgina González

El torneo mexicano no termina de prender ni de mostrar consistencia porque está viciado de origen, está planeado para que independientemente de lo que suceda durante el desarrollo de las jornadas, se asegure expectación durante la Liguilla.

Para que no siempre la calidad, la regularidad, recojan frutos. Para que el campeón sea el mejor de un minitorneo de 6 partidos y no el líder de 17 fechas, para que la afición no abandone la causa y asista aun en los últimos partidos esperando el milagro.

No podemos hacer ojo de hormiga al hecho de que el sistema ha generado muchos vicios. El famoso Repechaje ha desaparecido y ha vuelto en varias ocasiones y de todas maneras siguen entrando equipos bajo la ley del mínimo esfuerzo. Un equipo puede planear su temporada iniciando en grande, continuando a la baja y teniendo un cierre decente para que le alcance para la Liguilla. Da cabida a equipos que empiezan mal, siguen regular y con buen cierre están dentro y no sólo eso, sino que entran enrachados y se vuelven peligrosos. Así también logran colarse quienes, de manera intermitente, van acumulando puntos en grupos flojos y acceden como "segundones". También esta el caso de quienes se aplican toda la temporada, se lucen y aseguran la Liguilla desde antes, pero la presión o un mal partido termina por echarlos fuera.

Tampoco podemos negar que el concepto de la Liguilla es un éxito en términos de rating, entradas, emoción y, en la mayoría de los partidos, espectáculo. Digamos que tanto federativos, directivos como televisoras han sabido sacar beneficio de este vicio; como quien dice, saben su oficio.

Pero tirémonos de nuevo al...

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