GENIO Y FIGURA / Somos un imán

AutorGaby Vargas

¿Cómo te sientes? Pregúntatelo porque ¿sabías que lo que piensas lo sientes, lo que sientes lo vibras y lo que vibras lo atraes? Los seres humanos tenemos una especie de fuente de energía que envía señales de un ser a otro. Sólo requerimos 16 segundos para conectarnos vibratoriamente con aquello en lo que nos enfocamos.

Cuando una persona entra a un lugar, de inmediato percibimos algo que va más allá de su arreglo o su vestir, algo que a nuestro entender expresamos como "buena o mala vibra"; al mismo tiempo intuimos -casi siempre con certeza- mil sutilezas acerca de ella. A partir de las maneras de ser del observador y del observado, también captamos si nos será fácil llevarnos con esa persona o no.

"Aunque todavía es un aspecto no tan conocido de la inteligencia humana, en la comunicación no verbal se ha descubierto que hay un sinfín de señales imperceptibles, de campos electromagnéticos que apenas empezamos a identificar", me comenta mi querido amigo y científico, Enrique Ganem, mejor conocido como "El Explicador".

Sabemos que los pensamientos crean emociones y que las emociones son energía en movimiento. Sin embargo, experimentos como el de La Pared de Cobre, realizado por el doctor Elmer Green, autor de "Beyond Biofeedback", comprueban que nuestros pensamientos generan una frecuencia vibratoria y que enviamos señales eléctricas incluso a distancia. Es decir, somos una gran antena que emite y recibe constantemente intenciones y vibraciones electromagnéticas.

Lynn Grabhorn, en su libro "Excuse Me, Your Life is Waiting", afirma que los diferentes pensamientos generan diferentes vibraciones (emociones). La razón por la que nos sentimos tan bien cuando estamos plenos, felices, agradecidos, contentos y entusiasmados es que en esos estados de ánimo vibramos con frecuencias altas, las cuales se corresponden con nuestra naturaleza. En cambio, pensar cualquier cosa negativa, sentir soledad, estrés, miedo, enojo, culpa, incluso una leve preocupación, nos afecta porque esas emociones basadas en el miedo vibran...

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