Genio y Figura / Mírame, pero tócame...

AutorGaby Vargas

Hemos olvidado al cuerpo. No estoy hablando de ése al que debemos rendirle un culto frívolo, ni de aquel que nos exige la forma y la talla de moda, que de no tenerlo, se convierte en fuente de desasosiego y de autorrechazo. No, ese tipo de cuerpo lo tenemos muy presente. Me refiero al que es vehículo de comunicación y de expresión de nuestros sentimientos, hablo del cuerpo que nos ayuda a mantener nuestro equilibrio emocional.

El contacto de piel a piel es tan elemental en nuestras vidas, que su ausencia puede enfermarnos. Se ha comprobado que la gente que no recibe una dosis mínima de caricias, de abrazos o de besos puede desarrollar desórdenes de tipo físico, mental o social. Incluso hay una relación entre la carencia de contacto físico y la depresión, la violencia, la auto-marginación y la muerte, especialmente en los niños.

De acuerdo a Goleman, más del 90 por ciento de los mensajes emocionales que emitimos o recibimos son de naturaleza no verbal. Lo que comunicamos y percibimos a través del cuerpo tiene gran fuerza y causa impactos emocionales profundos, más que cualquier palabra.

M'hijo, ya te estás haciendo hombrecito. Y los hombres no se besan ni se abrazan. Así que de ahora en adelante, nomás nos saludamos de mano. ¿Está claro? La herida de estas palabras a los 10 años, queda grabada para siempre en Rodrigo. O No me toques Clarita, no me gusta que te me encimes, ¡me atosigas! Clara, desde los 5 años que siente el rechazo de su mamá, hasta ahora, ya con hijos adolescentes, reconoce que todavía le cuesta trabajo acercarse a ella y abrazarla.

Asimismo, ¿cuántas veces hemos sentido, materialmente, la electricidad que corre al tocar a alguien? o ¿La maravilla que es sentir, que al abrazar, son las almas las que se abrazan? ¿Cuántas veces nos saciamos de amor al comernos a besos a un bebé?

No somos sólo mentes pensantes, también somos cuerpo y necesitamos sentir caricias a lo largo de toda la vida. Sin embargo, parece que entre más crecemos, recibimos menos caricias. Hay quienes sólo abrazan a alguien cuando se trata de un cumpleaños o ¡de un funeral! En lo cotidiano, olvidamos lo importante que es dar y recibir caricias en todas sus formas. Quizá sucede, que como en nuestra sociedad somos muy rápidos para asociar el contacto físico con una connotación sexual, nos reprimimos para no ser mal interpretados.

Tocar al otro transmite muchos otros lenguajes como: aceptación, aprecio, apoyo, simpatía, ternura y mil cosas más.

Lo triste es que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR