Genio y Figura / A favor de lo mejor

AutorGaby Vargas

¡No sabes qué hacer con los niños! Quieres trabajar en la computadora y ocupar tu mente en algo interesante. O quizá te desvelaste y quieres dormir toda la mañana. Tienes que ir a ver un cliente. Necesitas hacer unas llamadas telefónicas. O simplemente quieres tener un rato de romance. ¿Cuál es la mejor solución? Por supuesto, ¡la tele!

"¡Es muuuy cómodo!", me dice una mamá joven. Mantiene a los niños quietos, entretenidos y, además, ¡calladitos! No van a salirse a la calle, no se les va a ocurrir ningún juego peligroso, no existe el riesgo de que se puedan caer o golpear, no se pueden contagiar de gripe o de algún virus raro.

La televisión es maravillosa, mágica, venerada. Ocupa el cuarto central de la casa. Nos entretiene, nos informa y nos educa. Pero cuidado, también puede ser adictiva y perversa.

De acuerdo con las estadísticas proporcionadas en el congreso de la asociación A Favor de lo Mejor, un niño en edad preescolar ve alrededor de 22 horas de televisión durante la semana, y la mayor parte del tiempo lo hace sin la supervisión de un adulto. Lo grave es que más del 90 por ciento de los programas transmitidos en horario infantil contienen violencia.

Si alguien nos propusiera dejar a nuestros hijos al cuidado de una nana que les proporcionara información distorsionada sobre sexualidad, que los llenara de miedos y les enseñara que es aceptable actuar con violencia ante un conflicto, que les contara cosas que les provocaran pesadillas, que limitara su imaginación y su creatividad, además de inculcarles el consumismo, estoy segura de que no lo permitiríamos. Bueno, pues según datos de la Universidad de Stanford y el Instituto Nacional de Salud en Estados Unidos, este es el tipo de impacto que los medios ejercen sobre los niños que ven televisión en forma indiscriminada.

Es un hecho que el genio se salió de la botella y no podemos regresarlo. Lo preocupante es que es simple aprender por imitación, y las investigaciones afirman que un joven de 18 años ha visto, dramatizados, 200 mil actos de violencia, 40 mil asesinatos y 17 mil referencias sexuales, ¿te lo imaginas? Asimismo, está expuesto a medios como la tele, el internet, el cine o los videojuegos un promedio de 40 horas a la semana, mientras que en la escuela pasa 30 horas y con sus papás sólo 15. Todo esto, insensibiliza a los jóvenes e influye poderosamente en la modificación de su mente, su realidad y su perspectiva de la vida.

¿Qué podemos hacer?

Como papás, necesitamos tomar...

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