Genio fantástico

LOS ÁNGELES.- Veinte años atrás James Cameron zarpó con Titanic hacia su primer Oscar y el renombre mundial, pero ha sido gracias a la ciencia ficción que ha consolidado su nombre.

Lejos del océano Atlántico y más cerca de mundos fantásticos, el cineasta de 63 años ha elegido un camino que lo ha llevado a enfrentar retos atípicos, con los que ha permeado su visión en el inconsciente colectivo.

"Siempre me he enfrentado a circunstancias atípicas en mis proyectos, eso ha sido una constante (en su carrera), al igual que explorar el tema del hombre desafiando a la naturaleza, a las máquinas, a su propia condición.

"Mi principal motivación es y será la ciencia ficción, mi amor por este género, por la tecnología y como muchos, está respaldada por Star Wars (1977), pero también por la literatura del siglo 18 y el cine B de los años 50, la época dorada del género", contó Cameron.

Influencias de sus ídolos, como Robert A. Heinlein (1907 - 1988) y Arthur C. Clarke (1917 - 2008), confesó, se impregnan en sus cintas; así, discursos como la posición del ser humano hacia la incertidumbre y la sobrevivencia, la importancia de la libertad individual y la tendencia social hacia la censura se vislumbran en historias como Avatar y Terminator, hasta su más reciente aventura fílmica: Alita: Ángel de Combate.

"Ha sido aquí donde he encontrado mi camino, pues es una forma de procesar el reflejo de la realidad.

"Cuando era niño leía a Clarke y desde ahí comencé a detectar su influencia en todas partes, es uno de los...

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