Genio y Figura/ Entrevista difícil

AutorGaby Vargas

Nos han enseñado que saber escuchar es importante. Mejora la comunicación y nos acerca a las personas y las comprendemos mejor. Sin embargo, para que esto se cumpla, saber escuchar no es suficiente. Es sólo parte de un juego de dos. Como en un partido de tenis, se necesita que el otro lance bien las pelotas.

Por muy buenos escuchas que seamos, si nos toca un mal conversador no ganaremos gran cosa en información ni en acercamiento. De estos hay los dos extremos. Por un lado está el "reservado". Persona que posiblemente es un genio, pero como momia, de vez en cuando murmura un monosílabo con dificultad. Posee una mina de oro que cuesta trabajo extraer bajo una montaña de silencio.

Por otro lado, existen los "mareadores". Personas que hablan y hablan sin parar. Lo hacen con tan poca sustancia, que al rato ya no sabe uno cómo callarlas (de ellos nos ocuparemos en otra ocasión).

Ya sea que se trate de una conversación de persona a persona, una llamada telefónica, una entrevista periodística o una junta de negocios, existen algunas tácticas desarrolladas por los psicólogos con las que podemos lograr que hable hasta el más hermético.

Primero habría que entender por qué no hablan los que no hablan. Varias razones: Algunos literalmente son personas de pocas palabras. Otros, por timidez. Les da temor expresarse con libertad, ya que piensan que lo que van a decir quizá no valga la pena o sea irrelevante para los demás. Temen exponerse y atraer por mucho tiempo los reflectores.

Otros hablan poco por temor a decir demasiado. Son personas expertas en su campo. Por temor a aburrir a los demás, omiten toda clase de detalles e información que para ellos es obvia, mas no para otros.

Algunos otros carecen simplemente de habilidades para comunicarse y han tenido pocas oportunidades de desarrollarlas.

Cualquiera que sea el caso, es probable que nos topemos con ellos en varias ocasiones. Si hacemos las preguntas en forma adecuada, logramos extraer lo que tienen por ofrecernos y la experiencia puede ser muy enriquecedora para todos.

Es importante saber de antemano hacia donde queremos llegar. Aquí, algunas técnicas:

  1. Busque crear una empatía. Hágale saber a la persona que reconoce su experiencia en lo que hace. A todos nos gusta sentirnos reconocidos, aun a los más tímidos. Después formule una pregunta de manera que sienta que su opinión es valiosa, y que sólo alguien con tanta experiencia la puede contestar. Por ejemplo: "Creo que hasta ahora, muchos hemos...

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