Generan negocio amparos fiscales

AutorDayna Meré

La saturación del tribunal fiscal y de la Suprema Corte ha derivado en un estupendo negocio para fiscalistas y para las empresas quejosas.

Entre 2001 y 2006 se regresaron al contribuyente 47 mil 183 millones de pesos por amparos ganados en los tribunales contra medidas fiscales.

Esta fortuna fue repartida entre los despachos de fiscalistas, a quienes estos casos les representaron ingresos por 2 mil 359 millones de pesos, considerando un porcentaje de honorarios por asunto ganado del 5 por ciento, según un estudio del CIDE elaborado por Carlos Elizondo.

Las empresas ganadoras de esos conflictos se llevaron los 44 mil 824 millones de pesos restantes.

Según datos de la Procuraduría Fiscal, en el periodo 1996-2001 recibió 48 mil 813 amparos, mientras que de 2002 a 2007 recibió 134 mil 323 amparos, esto es, 176 por ciento más.

Para Elizondo, aunque la tasa de éxito para la autoridad frente a juicios fiscales es relativamente alta, el costo para Hacienda de los amparos perdidos es muy significativo.

Datos de la Secretaría de Hacienda indican que el costo económico que implicó la pérdida de juicios en el periodo 2002-2004 (el dato disponible más reciente) fue de aproximadamente 43 mil millones de pesos.

La Reforma fiscal 2007 ya ha recibido amparos, y sólo para el caso del IETU hasta el 22 de abril pasado han ingresado 30 mil 424 amparos.

Óscar Molina, subprocurador de la Procuraduría Fiscal de la Federación, reconoció en un foro realizado en la UNAM, que los cambios fiscales se generan, en la mayoría de las veces, por la cantidad de amparos que se reciben para evitar su aplicación.

Elizondo criticó el amparo fiscal, porque, dijo, no existe en ninguna otra parte del mundo, por lo que consideró que incluso la figura debería...

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