Genaro Lozano / Juicio a Trump

AutorGenaro Lozano

Desde la noche que ganó la Presidencia, sus opositores armaron una estrategia para impedir que Donald Trump asumiera el cargo y una vez en éste empezaron a pensar cómo destituirlo. A 4 meses en el cargo, el eco de un juicio político se escucha mucho más en Washington, pero la realidad es que no es nada sencillo.

El juicio político es un arma letal en el sistema político estadounidense. Representa la posibilidad de que el Congreso funcione como un contrapeso del Ejecutivo si éste se ha convertido en una amenaza para la vida democrática. Al crear la oficina de la Presidencia, los llamados Padres Fundadores querían evitar la concentración del poder en una rama y como resultado crearon tal vez el más perfecto de los sistemas políticos con contrapesos, uno de los pocos que ha evitado golpes de Estado, dictadores o regímenes autoritarios y el único que ha conseguido la normalidad democrática en un país americano, ininterrumpida y por casi dos siglos y medio.

La Constitución permite destituir a un Presidente por traición, sobornos u otros altos crímenes, pero activar el juicio político es demasiado complejo. Tanto, que solamente Andrew Johnson, en 1868; Richard Nixon, en 1973; y Bill Clinton, en 1998 enfrentaron juicios políticos. Ninguno prosperó y solo Nixon renunció al cargo, pero antes de que el Congreso finalizara el proceso.

Es cierto. Trump utiliza la oficina presidencial para hacer negocios. Sus constantes visitas a sus campos de golf han servido como publicidad a costa del erario. Funcionarios de la Casa Blanca han criticado a empresas como Nordstrom por retirar los productos de Ivanka Trump. Nadie entiende las funciones de la misma Ivanka y de su esposo como asesores especiales del Presidente, un claro caso de nepotismo. En el viaje de Trump a Arabia Saudí, Ivanka se embolsó más de 100 millones de dólares para su fundación. Trump despidió a James Comey cuando éste empezaba una investigación que lo involucra con el gobierno ruso. Trump compartió información de inteligencia israelí con el canciller ruso. Las razones para un juicio político parecen sumarse cada semana.

Sin embargo, los republicanos controlan la Cámara de Representantes. Tienen hoy 45 legisladores más que los demócratas y para que el juicio político prospere en esta Cámara se necesita una mayoría simple. Los 193 legisladores demócratas necesitarían el respaldo de por lo menos 25 republicanos para avanzar el proceso de destitución ahí. Si superaran este...

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