Genaro Lozano / Diplomacia y austeridad

AutorGenaro Lozano

NIKKO.- La embajada de México en Japón es la única sede diplomática en Nagata-cho, el centro político japonés, cerca del congreso, la suprema corte, la residencia del primer ministro y los palacios imperiales. El emperador Meiji dio el terreno de la embajada en arrendamiento perpetuo a México por la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1888. Este año se conmemora el aniversario 130 del establecimiento de relaciones diplomáticas.

La embajada es bastante austera. Su diseño es el trabajo conjunto de los arquitectos Guillermo Rossell e Hiroshi Oe. Las oficinas son de tamaño mediano, incluida la del titular, el embajador Carlos Almada. No son ostentosas, tienen una decoración minimalista y en ellas trabajan 12 personas del Servicio Exterior Mexicano más otros diez empleados.

La relación con Japón no tiene mayores problemas. Por el contrario, es una relación positiva para ambos países. Desde la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación Económica, en 2004, el número de empresas japonesas en México pasó de poco más de 300 a más de 1100, el comercio se ha cuadriplicado y hoy hay dos vuelos diarios entre el aeropuerto chilango y el tokiota. Sin embargo, todo esto podría cambiar.

De ser ratificado como canciller, Marcelo Ebrard encabezará su primera reunión de embajadores y cónsules en enero próximo. Para ese momento Marcelo tendrá que haber ya nombrado, y el Senado ratificado, a las y los titulares de las principales embajadas y consulados de México en el mundo. A esa reunión, el canciller Ebrard no llegaría a decir "vengo a aprender", sino "vengo a instruir". Después de todo, Ebrard es internacionalista, fue subsecretario en la Cancillería, fugazmente en 1994, y como jefe de Gobierno tuvo un fuerte activismo internacional. Por ello, los diplomáticos de carrera vieron con buenos ojos su nombramiento.

Imagino a Ebrard delineando las prioridades del nuevo gobierno. Instruyendo a cónsules a proteger a nuestros paisanos en Estados Unidos, pidiendo a los multilateralistas respeto a los principios constitucionales de la política exterior, advirtiéndoles que el presidente López Obrador no desea incomodar a nadie, así que cero protagonismos, cero altavoces para...

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