Genaro Lozano / El más conservador

AutorGenaro Lozano

No hay un solo candidato que abandere los denominados temas progresistas en esta elección. Los cuatro que aparecerán en la boleta parecen igual de conservadores en temas de derechos sexuales y reproductivos y en derechos LGBT. Andrés Manuel, Ricardo, José Antonio y Margarita han dicho exactamente lo mismo respecto a estos temas: que van a respetar la ley, que ya hay derechos ganados.

Sin embargo, AMLO y Margarita han tenido los peores deslices al respecto. Al insistirle sobre estos temas, el primero vuelve a insistir en la nefasta idea de consultas. Nefasta porque ¿qué implica? ¿Que pondría a consulta derechos ya ganados? Nefasta porque el candidato tiene un historial de haber detenido derechos LGBT en la Ciudad de México. Por su lado, Margarita se enreda, como con todos los temas de los que habla, y muestra una ignorancia basada en sus creencias personales al grado de mezclar género con orientación sexual, como hizo con la ya célebre frase "en mi equipo hay hombres, mujeres y homosexuales". Anaya y Meade se escudan bajo la misma idea de respeto a la ley.

La del 2018 es una elección conservadora. Los partidos siguen usando las movilizaciones del Frente Nacional por la Familia (FNF) del 2016 para justificar este viraje conservador. En las elecciones intermedias de ese año, el PRI explicó sus pérdidas electorales por el desafío de Peña Nieto a los valores conservadores al abanderar la agenda de los colectivos LGBT, pero lo cierto es que nadie demostró que esto fuese correcto y la hipótesis más lógica es que el PRI perdió por sus vicios de corrupción más que por apoyar una agenda progresista.

Una prueba contundente del avance conservador es la reciente aprobación en el Senado de la iniciativa del Partido Encuentro Social de la ley de objeción de conciencia, por medio de la cual el personal médico y de enfermería, en instituciones públicas o privadas, podrá negarse a dar servicios contrarios a sus convicciones, excepto cuando pongan en riesgo la vida del paciente o se trate de una urgencia médica. Con ello, un médico podría negarse lo mismo a interrumpir un embarazo que a atender a una mujer transexual o a un hombre gay que viva con VIH-sida, por sus convicciones personales.

Esa modificación a la...

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