Son garbanzos de a libra
| Autor | Jorge López |
De los más de 360 galardonados a la fecha con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, tan solo una decena son mexiquenses. En años recientes, a vecinos del Edomex como Maruxa Vilalta , Luis López Loza y Pedro Cervantes se ha otorgado el premio como una manera de reconocer sus trayectorias de más de 50 años.
Conquista pasión por caballos
De familia texcocana, Pedro Cervantes modeló un caballo de barro cuando tenía cinco años. Desde entonces continúa recreándolos lo mismo a escala monumental que en miniaturas, sello característico del escultor quien mereció en 2011 el Premio Nacional en el rubro de Bellas Artes.
En Molino de Flores, rancho del oriente mexiquense, Cervantes conoció los caballos a los que ha dedicado buena parte de su obra durante más de 50 años.
"Son la fuerza, la belleza y la nobleza juntas. Yo hice mi primer caballo cuando tenía cinco años, como no podía tener el mío lo hice con el barro de la cocina de mi abuela, porque antes se usaba carbón y barro", comentó el escultor.
Motivado lo mismo por el afán de experimentar que por la escasez económica, Cervantes empleó materiales industriales en la década del 70, con los que creó series de esculturas interactivas, que el espectador puede modificar pero no deformar.
Conózcalo
Nombre: Pedro Cervantes
Origen: Nació en la Ciudad de México en 1933
Disciplina: Artista plástico
Año en que recibió el premio: 2011
Categoría del premio: Bellas Artes
En contra de clichés y la cursilería
Contra el teatro mexicano que toleraba escenas donde la mucama se despedía con la frase "la señora está servida", Maruxa Vilalta ha escrito decenas de obras donde aborda temas como el erotismo, los complejos psicológicos y sociales, así como la corrupción moral.
Ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010 en la categoría Lingüística y Literatura, Vilalta continúa escribiendo desde su casa de Huixquilucan, donde rememora sus inicios como narradora.
"Desde niña siempre fui al teatro, aquel viejo teatro español, un teatro con personajes vivos. Escribí tres novelas y un día se presentó la oportunidad de adaptar una de ellas al teatro. Fue cuando me di cuenta que sabía escribir teatro y a eso me dediqué", señaló.
Hija de republicanos exiliados en México, Vilalta estrenó su primera obra en 1960, adaptación de su novela "Los desorientados".
"Eran los años del glorioso teatro mexicano donde se escribían cosas como 'la señora está servida'... pendejaditas que a mí me molestaban...
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