Entrevista / Gao Xingjian / '¿Quién podrá parar a China?'

AutorAuxilio Alcantar

Foto: Auxilio Alcantar

PARÍS.- Durante mucho tiempo, China vivió una suerte de regresión y encierro en sí misma, pero ahora se abre e interviene con toda su fuerza en la economía del mercado internacional, como una enorme fábrica mundial que exporta productos, pero también capitales, asegura el escritor chino Gao Xingjian, Premio Nobel de Literatura 2000.

Para los occidentales, opina el intelectual radicado en París, es momento de reflexionar y analizar como modificar el sistema económico para afrontar esta competencia, que no previeron políticos, historiadores, ni sociólogos.

Xingian también expone el clima de censura del Gobierno chino, que él mismo ha sufrido, pues su obra literaria está prohibido y sólo circula en versiones pirata.

-¿Cómo explica el nuevo rol internacional de China, con un crecimiento desmesurado, modernización interna, un grupo de gente que se enriquece y otro, cada vez mayor, que tiende a la pobreza?

Desde 1988, no viajo a China. Físicamente no conozco la transformación interna, pero leo mucho sobre el tema. Es evidente que, a pesar de un poder totalitario, la economía funciona estupendamente. Las autoridades supieron adoptar muy bien el liberalismo estadounidense al tiempo que preservaron el control político. Lo que se estableció en China no fue el libre mercado, sino un mercado amplio, pero supercontrolado por las potentes autoridades.

En términos económicos está bien, el Gobierno planifica ahora como pocas naciones, crea estrategias y sabe cómo adoptarlas. En Francia, todo es más lento. Para financiar un gran proyecto pasan muchos años, enormes debates y a veces no se llega a nada. Allá la decisión la toma el Gobierno y punto, no se discute.

Durante muchos años, China vivió una suerte de regresión y encierro en sí misma, ahora se abre e interviene con toda su fuerza en la economía del mercado internacional. El desarrollo ha sido fulgurante, ingresó a la globalización como una enorme fábrica mundial que exporta productos, pero también capitales. Es algo completamente nuevo.

-¿Este nuevo rol de China modifica el equilibrio político y económico del planeta?

Sí. Si ahora estamos con antenas de alerta, imagínese lo que pasará en 10 años, ¿quién podrá parar a China? Su influencia será monumental. Antes los occidentales la criticaban mucho, pero ahora el interés económico les hace retroceder en muchos aspectos: humanitarios y financieros.

Recuerde el tema de los textiles chinos que estuvieron bloqueados en los puertos de la Unión Europea por haber excedido las cuotas de exportación. Nos estamos volviendo dependientes de esa nación. Los textiles desaparecerán de Francia porque en China la producción es muy barata y aquí carísima. Éste debe ser punto de reflexión para los occidentales, analizar cómo modificar el sistema económico para afrontar la competencia china.

Estamos ante un liberalismo capitalista total, donde sólo la competencia cuenta. Si la forma de manejar el sistema económico no se adapta, seremos relegados. Es una ley capitalista salvaje, incontrolable, que se acentuará.

-“¿Quién despierta?, China u Occidente", se pregunta el sinólogo francés François Jullien, ¿qué piensa usted?

Para mí no se trata de despertar, hay un hecho: la sabiduría china. Las autoridades no destruyeron el sistema comunista, sino que se adaptaron superbién al capitalismo liberal occidental. Lo asimilaron en su régimen político totalitario con gran sabiduría y éxito, hay que reconocerlo. Cierto que la nueva situación empobrece a miles de campesinos, pero no creo que el índice sea tan elevado como se dice.

Sin embargo, me gustaría hablar de otra cosa. Cuando los occidentales viajan a China y ven el desarrollo económico piensan que la democracia llegará pronto, yo no lo creo. En China, la democracia no acompañará jamás al libre mercado. El Gobierno guardará un poder totalitario, desarrollando un sistema liberal cada vez más grande. Eso es algo completamente nuevo que políticos, sociólogos o historiadores no previeron

Cultura y poder

-¿Es posible que la difusión a gran escala de la literatura china ayude a una mejor comprensión entre China y Occidente?

No creo. La mayor parte de los editores occidentales muestran sólo la China exótica, es una cuestión de comercio, publican eso porque deja dinero, son productos culturales como el vestido o los artículos de moda.

Diez años atrás no se publicaba casi nada, excelentes...

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