Gancho al hígado

(Embargada para sitios en Internet hasta las 24:00 horas locales)Un CMB que se fortaleceJosé SulaimánEL UNIVERSALCómo han pasado los años, se han ido más rápido que el viento y atrás han quedado tantas aventuras, tantas alegrías, tantos recuerdos que le dieron vida a mi vida.Tenía yo apenas unos ocho años cuando vino a mi destino el boxeo -que lo ha sido todo para mí- al escuchar en donde vivíamos (en Jaumave, Tamaulipas), en un radio de onda corta y sentado en las piernas de mi padre, una pelea de su ídolo Joe Louis, contra Max Schmeling, el ídolo de Hitler. Fui a dar al suelo con el brinco que dio mi padre cuando Louis noqueó al bombardero alemán.Jamás hubiese adivinado entonces, ni muchos años después, que algún día yo llegaría a ser presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), ni tampoco que yo estaría tan profundamente inmerso en el que ha llegado a ser el deporte de mis amores y vida de mi vida. Todavía recuerdo, para morir a carcajadas, cuando tras mi elección en 1975, mi ahijado José Martín Torres, hijo de mi compadre Titi y sobrino de mi hermano Nazario Assad, de Ciudad Victoria, dijo: "Mi padrino es el presidente de todo el mundo". Ya dejando atrás la risa, en ese entonces el CMB era un pequeño organismo y no me conocía ni el barrendero de la esquina, ahora mi amigo.Todo eso me vino a la mente al pensar que en diciembre tendremos nuestra convención anual mundial número 49 en Las Vegas, a donde asistirán más de 50 grandes campeones mundiales y cerca de 1,500 delegados, que volarán a través de todos los mares para reunirse ante un CMB que ha crecido. Antes sólo 11 países fueron fundadores, ahora son 164 los afiliados que conforman nuestro organismo, con un grupo de distinguidos ciudadanos del mundo que han conjuntado una ejemplar unidad, amistad, compromiso y entrega apasionada para sacar al boxeo del salvajismo legalizado de aquel 1963, para llevarlo ahora al punto más alto en la historia de protección al boxeador, además de luchar en pro de la igualdad humana, de oportunidades para todos por igual, de imponer justicia para que el que gane en el ring, gane también en las tarjetas de los jueces, de implementar programas permanentes de investigación médica sobre lesiones cerebrales, imposición de pensiones a boxeadores caídos en desgracia y otras cosas que nos obligan a esforzarnos con perseverancia, respeto y servicio a los demás, pero sobre todo con dignidad sobre todas las cosas.Celebrar con orgullo y alegría el trabajo y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR