Ganan camioneros

AutorHéctor Padilla, José Alonso Torres y Paulina Martínez

Encuentros, desencuentros, mototaxis, quejas en Derechos Humanos, midibuses detenidos y camiones que no circularon: este fue el saldo del paro transportista que acabó premiado, a cambio de nada.

La historia de ayer fue el desenlace de una serie de amagos cocinados desde días previos por parte de los empresarios de la Cámara del Transporte Urbano y Suburbano de Jalisco. Ellos justificaban con la crisis financiera mundial la urgencia de aumentar la tarifa de 5 a 7 pesos, pero indistintamente, la ciudadanía fue la que padeció esta situación.

A las 10:50 horas, luego de tres horas de estira y afloja, los camioneros rompieron el diálogo con el Secretario de Vialidad, José Manuel Verdín Díaz, pues nunca hubo propuesta de incremento de su parte.

El paro parcial de mil 750 camiones anunciado el domingo, no se notó ayer sino hasta después de las 11:00 horas: tras la negativa del Secretario de Vialidad, los empresarios encabezados por Jorge Higareda Magaña dieron instrucciones de suspender el servicio escalonadamente hasta llegar al 100 por ciento de vehículos.

Los líderes de la cámara se trasladaron a Palacio de Gobierno donde los esperaban Fernando Guzmán, Secretario General de Gobierno, y unas 100 unidades estacionadas sobre Avenida Alcalde y Corona.

En respuesta, un operativo de Vialidad arribó al Centro, pero del centenar de camiones la mayoría huyó y sólo alcanzó a capturar a 13; ocho fueron llevados con grúa y cinco más conducidos por sus choferes, pero escoltados por agentes.

Al ingresar al Palacio de Gobierno, los transportistas sabían que por tratarse de un año electoral, no podrían obtener aumento, por lo que esperaron la propuesta del Ejecutivo.

En el salón Juárez, Guzmán Pérez Peláez ofreció por primera vez la opción de un subsidio de 258 millones de pesos, mientras Vialidad confirmaba el paro de 3 mil unidades en las calles y la implementación del operativo emergente del Gobierno estatal con vehículos propios para contrarrestar la falta de servicio.

En el Centro Histórico fue donde se resintió el paro.

Diego Morales, un obrero de 26 años de edad, levantaba el cuello y hasta se paraba de puntas para ver si en el horizonte aparecía un autobús que lo llevara a su destino, al cual, debió haber llegado una hora antes.

"Ya tengo aquí una hora y ya estoy desesperado, no es justo que nos hagan estas cosas", se lamentó.

Como él, muchos otros refunfuñaron o de plano levantaron la voz para mentarles la madre a los líderes transportistas aunque no...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR