Gana paisana premio literario
| Autor | Alberto Armendáriz |
Corresponsal
NUEVA YORK.- Pobreza, violencia doméstica, abusos laborales, violación sexual, muertes, maltratos, migración forzada, oportunidades de empleo, nuevos comienzos y reunión familiar. Esos son los ingredientes del cuento ganador del primer concurso Historias de Migrantes, "El sueño equivocado", escrito por la poblana Alicia Reyes, quien a los 58 años está terminando la secundaria en Brooklyn.
"Esa es mi historia. Todo es verdad, nada de eso fue inventado", señaló a MURAL Reyes, quien aclaró que sólo cambió los nombres de los personajes para proteger a sus seres queridos, tanto en México como en Estados Unidos.
Alicia, que vive en Estados Unidos desde 1986 y se gana la vida limpiando casas, ni siquiera había escuchado sobre el concurso organizado en conjunto por el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, el Consejo Nacional de Población, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Fondo de Población de Naciones Unidas. Fue su profesora, Karla Quiñonez, que imparte los cursos de secundaria para adultos en el Centro Cultural de Sunset Park, en Brooklyn, quien la motivó a registrarse.
"Al principio me costó, porque muchas de las cosas que cuento fueron muy dolorosas para mí y mi familia", dijo la mujer, de mirada profunda y sonrisa contagiosa; madre de dos hijas y un hijo, y abuela de seis nietos.
"Pero una vez que me puse a escribir, las cosas empezaron a salir más fácil. Es que a mí me gusta mucho escribir cartas, aunque no me contesten", añadió Reyes, quien tras quedar viuda vive ahora en un departamento que comparte con una pareja de paisanos poblanos y sus hijos.
Poco a poco logró plasmar sobre papel su difícil infancia, en un hogar humilde, con un padre agresivo que golpeaba a su madre y no dejaba que sus hijas fueran a la escuela porque consideraba que las mujeres no debían estudiar.
Recordó cómo se defendió del acoso sexual del que era víctima en la compañía para la que trabajaba en Puebla, las falsas acusaciones en su contra que la obligaron a dejar su pueblo primero y luego el país; el traumático cruce de la frontera hacia California, durante el cual fue maltratada y violada; y los difíciles primeros años en territorio estadounidense, sola, sin hablar ni una palabra de inglés y con la angustia de haber dejado atrás a sus hijos.
Dueña de un rico vocabulario y de un ritmo sencillo, pero atrapante, Reyes escribió a mano las 17 páginas de su historia. Pero aclara que eso es tan sólo un fragmento; que como cualquier...
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