Y era su 'gallo'

AutorJosé Luis Ornelas

Suena el clarín y se abre la puerta de cuadrillas, cuando en los tendidos los aficionados apenas llegan a su lugar. Aparece Jorge con su fino terno verde botella y oro, la ovación se desgrana, es una figura del toreo, el torero consentido muchos años y como en sus mejores tiempos, le lanzan un gallo al ruedo que recoge en sus manos en señal de agradecimiento. El hidalguense es el "gallo" de esta tarde.

Allá, en el reloj monumental aparece la desteñida manta con la legendaria sentencia: "Jorge Gutiérrez y ya". El público siente la presencia de una figura del toreo. Salta a la arena "Sin Bandera", el toro de la expectativa para que el "gallo" de la México cantara, y así lo hizo, imponiéndose al indefinido astado. Conforme crecía la faena, los "olés" se hacían más intensos y los aficionados se levantaban de sus asientos, disfrutando una vez más de la tauromaquia Gutierrista.

Mientras tanto, un grupo de jovenzuelos adinerados y malcriados, comentan sus asuntos personales a viva voz, mostrando una actitud indecorosa que fastidia a los vecinos de asiento. La sangre, por poco llega al río.

Surge entonces en el ruedo la figura de Manuel Caballero, haciendo que la plaza registre al unísono la admiración hacia el recio y personalísimo toreo del albaceteño. Eufóricos por las emociones surgidas desde el redondel, las porras taurinas lanzan sus gritos, mandando mensajes a...

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